Las Profesiones Más Comunes De Los Inmigrantes a Latinoamerica

Te contamos las profesiones más frecuentes que tenían los inmigrantes llegados a Latinoamérica durante los siglos XIX y XX.

Durante los siglos XIX y XX, la inmigración hacia Latinoamérica fue masiva, con miles de personas que buscaban nuevas oportunidades en un continente en crecimiento.

Los inmigrantes, provenientes principalmente de Europa, pero también de Asia y Medio Oriente, aportaron sus habilidades y conocimientos a sus nuevos países de residencia, desarrollando ocupaciones que les permitieran integrarse y prosperar en una tierra nueva. Veamos las profesiones más comunes para inmigrantes (hombres y mujeres) en Latinoamérica durante ese período.

Profesiones Comunes para Inmigrantes Hombres

  • Agricultores y Ganaderos
    Muchos inmigrantes, especialmente aquellos provenientes de Italia, España y Alemania, llegaron a Latinoamérica con conocimientos agrícolas. Se asentaron en regiones rurales y contribuyeron al desarrollo de la agricultura y la ganadería. En países como Argentina, Brasil y Chile, los inmigrantes europeos fueron fundamentales para el crecimiento de la producción agrícola.

  • Comerciantes y Tenderos
    La apertura de pequeñas tiendas y negocios fue una actividad común entre los inmigrantes, en particular para aquellos de origen italiano, español y judío. Los comerciantes ofrecían desde alimentos y productos importados hasta bienes de primera necesidad. En muchas ciudades latinoamericanas, los inmigrantes construyeron redes comerciales familiares que prosperaron y se expandieron.

  • Artesanos y Carpinteros
    Con habilidades que incluían la carpintería, la herrería y la fabricación de muebles, muchos inmigrantes de origen europeo y árabe encontraron empleo en el sector de la artesanía. Sus conocimientos en técnicas de construcción y fabricación ayudaron al desarrollo de oficios que eran esenciales para el crecimiento de las ciudades.

  • Mineros
    En países como Chile, Perú y México, donde la minería era una industria en auge, muchos inmigrantes se convirtieron en mineros. Especialmente en el caso de inmigrantes provenientes de regiones montañosas de Europa, estos hombres estaban acostumbrados al trabajo en condiciones difíciles y contribuyeron enormemente a la extracción de minerales como el cobre, la plata y el estaño.

  • Trabajadores de la Construcción
    La expansión urbana y la construcción de infraestructura en Latinoamérica atrajeron a muchos inmigrantes que buscaban empleo en este sector. Españoles, italianos y portugueses trabajaron en la construcción de edificios, carreteras y puertos, contribuyendo al crecimiento físico y estructural de las ciudades.

  • Panaderos
    Muchos inmigrantes, en especial italianos, alemanes y franceses, trajeron sus tradiciones de panadería y repostería a Latinoamérica. Abrieron panaderías y pastelerías, que rápidamente se convirtieron en negocios familiares y pilares de la comunidad. La influencia de estos panaderos inmigrantes aún se percibe en las costumbres culinarias de muchos países latinoamericanos.

1890 - Trabajador Rural en Salta.
1890 - Trabajador Rural en Salta.

Profesiones Comunes para Inmigrantes Mujeres

  • Costureras y Modistas
    La costura y la confección de ropa fueron trabajos comunes entre las inmigrantes, en especial aquellas provenientes de Europa. Las costureras y modistas eran esenciales para la confección de prendas a medida y también para la reparación de ropa. En muchos casos, trabajaban en talleres o desde sus hogares, y algunas llegaban a abrir sus propias tiendas de costura.

  • Empleadas Domésticas
    Para muchas mujeres inmigrantes, trabajar en el servicio doméstico fue una de las pocas oportunidades disponibles. Trabajaban en las casas de familias locales como cocineras, niñeras y encargadas de la limpieza. Este trabajo era común entre mujeres italianas, españolas y, en países como Brasil y Argentina, entre inmigrantes de origen polaco y ruso.

  • Enfermeras
    Con el crecimiento de las ciudades y la modernización de los sistemas de salud, las inmigrantes encontraron oportunidades en el sector de la salud como enfermeras. Esta profesión era común entre mujeres europeas y, en algunos casos, asiáticas. Las enfermeras inmigrantes fueron esenciales para el desarrollo de hospitales y clínicas en Latinoamérica, especialmente en áreas urbanas.

  • Maestras
    La educación fue una de las áreas en las que las mujeres inmigrantes lograron abrirse camino. Muchas mujeres, en especial de origen europeo, llegaron con cierto nivel de educación formal y comenzaron a trabajar como maestras en escuelas locales. En países como Argentina, donde se impulsó una política de alfabetización, estas mujeres desempeñaron un papel fundamental en la educación de las nuevas generaciones.

  • Vendedoras Ambulantes y en Mercados
    Al igual que los hombres inmigrantes, muchas mujeres encontraron oportunidades en el comercio informal, vendiendo alimentos, ropa o productos elaborados en sus hogares. Las vendedoras ambulantes y de mercados eran comunes entre inmigrantes italianas, españolas y árabes, quienes veían en el comercio una forma de contribuir a la economía familiar.

  • Lavanderas
    Trabajar como lavandera fue una de las profesiones más comunes para las mujeres inmigrantes con menos recursos. Las lavanderas se encargaban de lavar la ropa de las familias locales, una tarea ardua pero necesaria en una época en la que las facilidades para lavar ropa eran escasas. Esta profesión era común entre mujeres de origen italiano, polaco y, en algunos casos, africano en países como Brasil y Cuba.

1890 - Trabajadoras Rurales en Viñedo de Mendoza.
1890 - Trabajadoras Rurales en Viñedo de Mendoza.

La Importancia de las Profesiones para la Integración y el Progreso

Las profesiones desempeñadas por los inmigrantes en Latinoamérica no solo les permitieron construir una nueva vida en el continente, sino que también contribuyeron al desarrollo económico, social y cultural de sus países de acogida. Los inmigrantes aportaron habilidades y conocimientos que no solo beneficiaron a sus familias, sino que también enriquecieron las comunidades y promovieron la diversidad en las ciudades y regiones donde se asentaron.

Además, muchas de estas profesiones se convirtieron en negocios familiares que perduraron a lo largo de las generaciones, permitiendo a los descendientes de inmigrantes integrarse plenamente en la sociedad y preservar, al mismo tiempo, sus tradiciones y herencias culturales.

Historia del Barrio de Palermo y Qué Ver Si Visitas

El Barrio de Palermo tiene una historia rica que abarca desde sus orígenes coloniales hasta uno de los sitios más vibrantes de la ciudad.

A lo largo de los siglos, Palermo ha experimentado numerosas transformaciones que han dejado una marca indeleble en su paisaje urbano y en su identidad cultural.

Hoy en día, Palermo es uno de los barrios más populares y dinámicos de Buenos Aires, conocido por su vibrante vida nocturna, sus tiendas de diseño, sus galerías de arte y sus amplios espacios verdes. 

Cómo Comenzó el Barrio de Palermo?

En sus inicios, durante la época colonial, Palermo era una extensa área rural dedicada principalmente a la agricultura y la ganadería. Sus vastas llanuras y campos abiertos eran utilizados para la cría de ganado y la producción de alimentos, lo que contribuyó al crecimiento económico de la región.

A medida que Buenos Aires comenzó a expandirse y desarrollarse como una ciudad próspera durante el siglo XIX, Palermo experimentó una urbanización gradual. Se construyeron elegantes mansiones y palacios en el área, convirtiéndola en un destino popular para la élite porteña que buscaba escapar del bullicio del centro de la ciudad.

Durante el siglo XX, Palermo continuó su transformación, con la llegada de oleadas de inmigrantes europeos que dejaron una marca indeleble en la cultura y el paisaje del barrio. Inmigrantes italianos, españoles y judíos se establecieron en Palermo, aportando sus tradiciones culinarias, arquitectónicas y culturales a la comunidad local.

Dónde Queda el Barrio de Palermo?

En el mapa se muestra la ubicación del barrio de Palermo, en Buenos Aires:

Vale La Pena Visitar Palermo? Qué Ver y Por Qué

Algunos de los lugares más destacados que puedes visitar en Palermo incluyen:

  1. Bosques de Palermo (Parque Tres de Febrero): Este extenso parque urbano es uno de los pulmones verdes de Buenos Aires y ofrece una variedad de atracciones, incluidos lagos, jardines, rosedales y senderos para caminar y andar en bicicleta.

  2. Plaza Serrano (Plaza Cortázar): Esta plaza es el corazón de la vida nocturna de Palermo, con numerosos bares, restaurantes y discotecas que la rodean. Durante el día, alberga una feria de diseño donde puedes encontrar ropa, joyas y artesanías de diseñadores locales.

  3. Jardín Botánico Carlos Thays: Este hermoso jardín botánico es un remanso de paz en medio de la ciudad. Cuenta con una impresionante colección de plantas nativas y exóticas, así como esculturas y estanques.

  4. Museo Evita: Ubicado en la antigua residencia de Eva Perón, este museo ofrece una mirada fascinante a la vida y el legado de una de las figuras más influyentes de la historia argentina.

  5. Palermo Soho y Palermo Hollywood: Estos barrios son conocidos por sus calles empedradas, sus edificios coloridos y su escena gastronómica y cultural. Aquí encontrarás una amplia variedad de restaurantes, bares, tiendas de diseño y galerías de arte.

Historia del Barrio de Palermo y Qué Ver Si Visitas

Cómo se Puede Visitar el Barrio de Palermo?

Visitar el Barrio de Palermo en Buenos Aires es una experiencia emocionante y variada, ya que ofrece una amplia gama de atracciones culturales, gastronómicas y recreativas para explorar. Aquí tienes algunas formas de disfrutar de Palermo durante tu visita:

  1. Caminando o en bicicleta: Una de las mejores maneras de explorar Palermo es caminando por sus pintorescas calles arboladas o alquilando una bicicleta para recorrer el barrio a tu propio ritmo. Podrás descubrir sus encantadoras plazas, parques, tiendas de diseño, galerías de arte y coloridos murales callejeros.

  2. Visita a los parques y espacios verdes: Palermo es hogar de algunos de los parques más hermosos de Buenos Aires, como el Parque Tres de Febrero, conocido como los Bosques de Palermo. Aquí puedes pasear en bote por el lago, disfrutar de un picnic en los jardines o simplemente relajarte y disfrutar del entorno natural.

  3. Explora la escena gastronómica: Palermo es famoso por su ecléctica oferta gastronómica, que abarca desde restaurantes de alta cocina hasta puestos de comida callejera. Visita las calles de Palermo Soho y Palermo Hollywood para descubrir una amplia variedad de cafés, bares, restaurantes y food trucks que ofrecen cocina local e internacional.

  4. Feria de diseño en Plaza Serrano: Si visitas Palermo durante el fin de semana, no te pierdas la Feria de Mataderos en Plaza Serrano, donde encontrarás una gran variedad de artesanías, ropa, accesorios y productos de diseño argentino.

  5. Visitas a museos y galerías de arte: Palermo alberga varios museos y galerías de arte que ofrecen una mirada fascinante a la historia y la cultura de Buenos Aires. No te pierdas el Museo Evita, el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA) y las numerosas galerías de arte contemporáneo dispersas por el barrio.

  6. Vida nocturna: Palermo es conocido por su vibrante vida nocturna, con una amplia variedad de bares, discotecas y pubs que atraen a locales y turistas por igual. Desde bares de cocteles clandestinos hasta clubes de música electrónica, hay opciones para todos los gustos y estilos.

Qué Es Una Pulpería? Explorando Estos Rincones de Encuentro

La gastronomía está unida a la historia y cultura de un país. En Argentina, también a la inmigración y las tradiciones locales.

¿Sabías que las pulperías tenían un papel enorme en las migraciones de antaño? Estos rincones rústicos no solo eran lugares para comprar tus provisiones diarias, ¡eran auténticos centros de comunidad y cultura! 

Imagínate: llegabas a un nuevo país, sin conocer a nadie y con todo un mundo por delante. ¿Dónde encontrabas comida, un lugar para charlar o simplemente sentirte como en casa? Las pulperías eran la respuesta. Aquí, los inmigrantes encontraban más que solo provisiones; encontraban un lugar donde compartir historias, recordar su tierra natal y hacer nuevos amigos.

Las pulperías eran mucho más que simples tiendas. En zonas rurales, eran un oasis donde la gente podía reunirse, intercambiar consejos sobre la vida en Argentina y mantener viva su cultura, todo mientras disfrutaban de un mate bien calentito o una buena copa de vino. Y las pulperías también ofrecían servicios esenciales, como envíos de dinero, correos y hasta noticias del mundo exterior.

En síntesis, las pulperías Latinoamericanas (por ejemplo en la Argentina, que recibió un gran número de inmigrantes) eran el corazón de la comunidad, donde todos se conocían y se ayudaban mutuamente. Exploremos cómo funcionaban y qué ofrecían a sus comunidades.

¿Qué es una Pulpería?

Las pulperías son algo así como los antepasados de los supermercados y los cafés modernos.

Imagina un lugar rústico, acogedor y lleno de vida donde puedes encontrar de todo, desde alimentos básicos hasta bebidas y productos de primera necesidad. Pero aquí viene lo interesante: las pulperías no eran solo tiendas, ¡eran verdaderos centros sociales!

Básicamente, una pulpería es un lugar donde convergen la vida cotidiana, la amistad y la cultura, creando un ambiente único y entrañable que forma parte importante de la historia y la identidad argentina.

Una pulpería en Caracas, Venezuela en 1900.
Una pulpería en Caracas, Venezuela en 1900. Imagen cortesía de Picryl (CC).

¿Cómo Era Una Pulpería del Siglo XIX?

Imagina una pulpería del siglo XIX como un refugio rústico y acogedor en medio del bullicio de la vida cotidiana. En el exterior, verías una fachada de madera desgastada por el tiempo, con un cartel colgando que anuncia el nombre del establecimiento. Al entrar, serías recibido por el aroma de la madera envejecida y el sonido de las conversaciones animadas.

El interior sería cálido y lleno de vida, con estantes de madera repletos de productos básicos como harina, azúcar, café y yerba mate. También verías botellas de vino y licores alineadas detrás del mostrador, junto con sacos de granos y barriles de cerveza. La luz tenue de las lámparas de aceite o las velas crearía una atmósfera acogedora y nostálgica.

En un rincón, podrías encontrar una mesa grande rodeada de sillas donde los clientes se reúnen para charlar y jugar a las cartas. Quizás escucharías a un grupo de hombres intercambiando historias sobre sus aventuras o discutiendo los últimos acontecimientos políticos. En otro rincón, una familia compartiría una comida casera mientras los niños jugaban cerca.

El pulpero, el dueño del establecimiento, sería el alma del lugar, saludando a los clientes con una sonrisa y conocimiento de cada uno de ellos. Además de vender productos, el pulpero también actuaría como una especie de consejero y confidente, escuchando las preocupaciones y alegrías de la comunidad y ofreciendo su sabiduría cuando fuera necesario.

Pulpería en San Antonio de Areco, Argentina
Pulpería en San Antonio de Areco, Argentina.

¿Qué Tipos de Productos se Vendían en Una Pulperia?

En una pulpería del siglo XIX, se podían encontrar una amplia variedad de productos que abastecían las necesidades básicas de la comunidad. Algunos de los productos más comunes que se vendían incluían:

  1. Alimentos básicos: Harina, azúcar, arroz, café, yerba mate, sal, aceite y vinagre eran elementos esenciales que se encontraban en las estanterías de la pulpería.

  2. Bebidas: Además del agua, las pulperías ofrecían una variedad de bebidas, como vino, cerveza, aguardiente y licores locales.

  3. Productos frescos: Dependiendo de la ubicación de la pulpería, también podían venderse productos frescos como frutas, verduras, huevos y lácteos.

  4. Tabaco y productos relacionados: Los productos relacionados con el tabaco, como cigarros, tabaco para pipa y papel para armar cigarrillos, eran populares entre los clientes de la pulpería.

  5. Artículos de tocador y domésticos: Jabón, velas, fósforos, cerillas y otros productos de limpieza y cuidado personal también podían encontrarse en las pulperías.

  6. Utensilios básicos: Ollas, sartenes, cucharas, tenedores y otros utensilios de cocina básicos podían estar disponibles para la venta.

La Pulpería del Cotorro en Parque Patricios, Argentina.
La Pulpería del Cotorro en Parque Patricios, Argentina.

¿Aún Existen Las Pulperías?

¡Sí! En muchos lugares aún existen pulperías. Aunque ya no son tan comunes como en el pasado, todavía puedes encontrar algunas de estas tiendas tradicionales en áreas rurales y en ciertas zonas urbanas.

A menudo, las pulperías modernas conservan el encanto y la esencia de las antiguas, ofreciendo una variedad de productos básicos y actuando como puntos de encuentro para la comunidad local. Si visitas Argentina, ¡no dudes en buscar una pulpería para experimentar un pedacito de su historia y cultura!

Historia del Barrio de Nuñez y Qué Ver Si Visitas

La historia del barrio de Nuñez, en Buenos Aires, comienza en el Siglo XVIII. En este artículo te contamos todo sobre esta zona y su pasado.

El barrio de Núñez es uno de los barrios más antiguos y pintorescos de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando la zona estaba poblada por estancias y quintas de recreo pertenecientes a las familias más acaudaladas de la época.

Cómo Comenzó el Barrio de Nuñez?

Durante el siglo XIX, la zona comenzó a urbanizarse lentamente, especialmente a partir de la construcción del Ferrocarril del Norte, que conectaba Buenos Aires con la provincia de Entre Ríos. En ese momento, el barrio se convirtió en una zona residencial de clase media alta, con grandes casonas y jardines.

En la década de 1920, el barrio de Núñez experimentó un gran crecimiento demográfico y se convirtió en un importante polo industrial y comercial. Se instalaron fábricas, talleres y almacenes en la zona, lo que generó un importante flujo de trabajadores y comerciantes.

A partir de la década de 1970, el barrio de Núñez comenzó a transformarse nuevamente, esta vez como resultado de la construcción de la Avenida General Paz, que conectaba la ciudad de Buenos Aires con las zonas periféricas del Gran Buenos Aires. Esta nueva infraestructura permitió que la zona se conectara con otros barrios y localidades de la región, lo que generó un importante crecimiento económico y demográfico.

En la actualidad, el barrio de Núñez es un barrio residencial de clase media alta, con una gran cantidad de edificios de departamentos, casas antiguas y modernas, y una amplia oferta de servicios y comercios. Además, cuenta con importantes centros educativos, como la Universidad de Belgrano y la Universidad Torcuato Di Tella, y es sede del Estadio Monumental, el estadio más grande de la Argentina, donde juega sus partidos el Club Atlético River Plate.

Dónde Queda el Barrio de Nuñez?

En el mapa se muestra la ubicación del barrio de Nuñez, en Buenos Aires:

Vale La Pena Visitar Nuñez? Qué Ver y Por Qué

Al barrio de Núñez es un barrio histórico y pintoresco de Buenos Aires que cuenta con diversos lugares de interés turístico y cultural. Puedes visitarlo utilizando diferentes medios de transporte y disfrutar de su arquitectura, sus plazas y sus museos.

Algunos lugares que puedes visitar en el barrio de Núñez son:

  1. El Estadio Monumental: Es uno de los principales atractivos turísticos del barrio, ya que es el estadio más grande de la Argentina y sede del Club Atlético River Plate.

  2. La Universidad de Belgrano: Es una de las universidades más importantes de la ciudad, con una amplia oferta académica y una arquitectura interesante.

  3. La Plaza Balcarce: Es una de las principales plazas del barrio, que cuenta con una gran variedad de árboles y un monumento en homenaje a Juan Manuel de Rosas.

  4. El Museo Histórico Sarmiento: Es un museo que se encuentra en una antigua casona del siglo XIX y que cuenta la historia del expresidente Domingo Faustino Sarmiento y de la educación en la Argentina.

Cómo se Puede Visitar el Barrio de Nuñez?

Para visitar el barrio de Núñez en Buenos Aires, existen diversas opciones y medios de transporte que puedes utilizar:

  1. Nuñez Via Transporte público: Una de las opciones más económicas para visitar el barrio de Núñez es utilizar el transporte público de la ciudad. Puedes tomar el subte línea D hasta la estación Congreso de Tucumán, que se encuentra en el límite entre Núñez y el barrio de Belgrano. También hay varias líneas de colectivos que pasan por el barrio y te pueden llevar a los principales puntos turísticos.

  2. Nuñez via Taxi o Uber: Otra opción es tomar un taxi o un Uber, que te llevarán directamente a los lugares que quieras visitar y te permitirán moverte con mayor comodidad por el barrio.

  3. Nuñez Via Caminatas y Cicicletas: Si prefieres una opción más saludable y ecológica, puedes recorrer el barrio de Núñez caminando o en bicicleta. El barrio cuenta con varias calles y avenidas arboladas y tranquilas que son ideales para caminar y disfrutar de la arquitectura y el paisaje urbano.

Historia del Barrio de Floresta y Qué Ver Si Visitas

La historia del barrio de Floresta, en Buenos Aires, comienza en el Siglo XIX. En este artículo te contamos todo sobre esta zona y su pasado.

El barrio de Floresta se encuentra ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Su historia comienza a fines del siglo XIX, cuando el Estado Nacional decidió expropiar las tierras que pertenecían a la estancia de Juan Manuel de Rosas, para crear la colonia militar de San Pedro de la Punta.

Cómo Comenzó el Barrio de Floresta?

En el año 1891 se inauguró la estación de tren Floresta, que permitió el acceso a la zona y comenzó a atraer a los primeros habitantes. El nombre del barrio proviene de la casa quinta “La Floresta”, que pertenecía al político y empresario Antonio Devoto, quien fue uno de los primeros en adquirir terrenos en la zona.

A partir de la década de 1920, Floresta experimentó un importante crecimiento demográfico y urbanístico, impulsado en gran parte por la llegada de inmigrantes europeos. Se construyeron numerosas viviendas y se establecieron comercios y servicios en la zona, convirtiéndose en un barrio de clase media.

Durante las décadas siguientes, Floresta mantuvo su perfil residencial y comercial, y se desarrollaron diversas actividades culturales y deportivas. En 1962 se inauguró el Club Atlético All Boys, uno de los principales equipos de fútbol del barrio.

En la actualidad, Floresta conserva gran parte de su identidad y carácter histórico, y cuenta con importantes atractivos turísticos, como la Iglesia de San Bernardo, la Plaza Vélez Sarsfield y el Parque Avellaneda.

Dónde Queda el Barrio de Floresta?

En el mapa se muestra la ubicación del barrio de Floresta, en Buenos Aires:

Vale La Pena Visitar Floresta? Qué Ver y Por Qué

Definitivamente vale la pena visitar el barrio de Floresta en Buenos Aires, ya que cuenta con diversos atractivos turísticos que pueden resultar interesantes. Algunos de los lugares que puedes ver en Floresta incluyen:

  1. La Iglesia de San Bernardo: Es una iglesia de estilo gótico, construida a principios del siglo XX. Destaca por su imponente torre y su decoración interior, con vitrales y esculturas de mármol.

  2. La Plaza Vélez Sarsfield: Es una de las principales plazas del barrio, que cuenta con un monumento al prócer argentino Vélez Sarsfield. En la plaza también hay una feria de artesanías y antigüedades los fines de semana.

  3. El Parque Avellaneda: Es uno de los parques más grandes de la ciudad, con más de 70 hectáreas de áreas verdes, lagos y senderos para caminar. También cuenta con una pileta olímpica, canchas deportivas y un anfiteatro.

  4. La Avenida Rivadavia: Es una de las principales arterias comerciales del barrio, donde encontrarás tiendas, cafés y restaurantes. También podrás ver algunos edificios históricos, como la Confitería del Molino y el Teatro Gran Rivadavia.

  5. El Club Atlético All Boys: Es uno de los clubes de fútbol más importantes del barrio, con una larga historia y tradición en el deporte. Si te interesa el fútbol, puedes visitar el estadio y conocer más sobre la historia del club.

En resumen, el barrio de Floresta tiene una rica historia y ofrece diversos atractivos turísticos para visitar, que van desde iglesias y plazas hasta parques y edificios históricos.

Cómo se Puede Visitar el Barrio de Floresta?

Para visitar el barrio de Floresta en Buenos Aires, hay varias opciones que puedes considerar:

  1. Visitar Floresta Usando Transporte público: Puedes llegar al barrio en transporte público, tomando el subte línea A y bajándote en la estación San Pedrito o en la estación Primera Junta, ambas ubicadas en los límites del barrio. También puedes tomar varias líneas de colectivos que circulan por la zona.

  2. Visitar Floresta Usando un Tour: Hay diversas agencias de turismo que ofrecen tours por los barrios de Buenos Aires, incluyendo Floresta. Estos tours suelen incluir una visita guiada por los lugares más emblemáticos del barrio, como la Iglesia de San Bernardo, la Plaza Vélez Sarsfield y el Parque Avellaneda.

  3. Visitar Floresta a pie: Si prefieres explorar el barrio por tu cuenta, puedes hacer un recorrido a pie por sus calles y avenidas. Puedes comenzar en la estación de tren de Floresta y caminar por la Avenida Rivadavia, que es una de las principales arterias comerciales del barrio. También puedes visitar la Plaza Vélez Sarsfield y la Iglesia de San Bernardo, que son dos de los puntos turísticos más importantes.

  4. Visitar Floresta en Bicicleta: Si te gusta pedalear, puedes alquilar una bicicleta y recorrer el barrio de Floresta en dos ruedas. Hay varias ciclovías en la zona, lo que te permitirá desplazarte de manera segura y cómoda. Además, podrás detenerte en los lugares que más te interesen y disfrutar de la vista.

Panes y Exquisiteces: Historia de la Panadería y Pastelería Argentina

La gastronomía está unida a la historia y cultura de un país. En Argentina, también a la inmigración y las tradiciones locales.

Por Meri Trentini

La gastronomía está unida a la historia y cultura de un país. En Argentina, también a la inmigración y las tradiciones locales.

Todos nosotros sabemos que la gastronomía de cualquier país está unida a su historia y su cultura en un tejido complejo y cambiante se entrelazan para dar ese resultado que luego todo saboreamos con deleite, diariamente o en ocasiones especiales, hermanados incluso por la costumbre de disfrutar con el paladar las mismas comidas, con sus olores, sabores y sensaciones que quizá no podemos apreciar en platos de otras latitudes.

Inclusive viajando a otros países, apenas atravesamos el umbral de la frontera, la fragancia de otras preparaciones culinarias, así sea un simple sándwich, nos resulta extraño, desconocido, y nuestra mente lo relaciona a otro aroma, parecido, pero no el mismo.

La Gastronomía Argentina: Sólo Asado y Empanadas?

En Argentina solemos permanecer en la idea que nuestro acervo culinario se reduce a asado, empanadas y platos calientes, sin tener en cuenta que, cotidianamente, en cualquiera de las miles panaderías de barrio, se elaboran por ejemplo nuestras facturas, que están al nivel de cualquier “delicatessen” de una pastelería
suiza.

Hagamos un poco de memoria, un poquito de historia.

Facturas y medialunas argentinas
Estudiando con facturas. Imagen cortesía de Topo Log via Flickr.
Facturas y medialunas argentinas
Facturas y medialunas argentinas. Imagen cortesía de Open Direito via Flickr.

Los Orígenes de la Pastelería

La palabra “pastelería” deriva del griego “pasté”, que sería una mezcla de harina y salsa, aunque ya había recetas simples en Egipto y Mesopotamia hace mas de siete mil años, donde la miel era fundamentalmente el elemento que le confería dulzura a los panes redondos y simples. El gusto por los postre es tan antiguo como la humanidad.

En el siglo IV AC en la República de Roma, ya existía el oficio de “pastillarioum”. En la Edad Media, la religión toma parte también en el desarrollo y experimentación de nuevas recetas, con las Cruzadas que van y vienen y en los conventos donde los frailes elaboran recetas con dedicación.

Tengamos en cuenta que muchas recetas surgen de la imperiosa necesidad de conservar los alimentos, al no tener toda la tecnología con la que ahora contamos, recurrir a la elaboración de, por ejemplo, mermeladas o leche condensada, era la manera de sobrevivir especialmente en los duros inviernos del continente.

En el siglo XVII hace su aparición la levadura biológica , en el XVIII se inicia en Francia el desarrollo de la pastelería moderna, con la experimentación de la masa de hojaldre, sin perder de vista que fue la incorporación del azúcar lo que hizo posible la elaboración de las delicias de la bollería vienesa como los famosos “croissants”. Y los árabes, por su lado, aportan la deliciosa mezcla del azúcar con los frutos secos.
Surge entonces la diferenciación entrerepostero” y “panadero”.

Facturas de Hojaldre con Almendras.
Facturas de Hojaldre con Almendras. Imagen cortesía de Sea Turtle via Flickr.

La Pastelería y Panadería y la Inmigración

En Argentina, como en toda nuestra joven historia, los ingredientes locales de los platos se mezclaron con aquellos que traían nuestros ancestros inmigrantes y la influencia fue tan grande que los simples postres como la ambrosía (leche y huevos) y la leche asada, de origen español y que ya estaba instalada acá a principios del siglo XIX, le cede el paso a nuevos sabores.

Y en este devenir del aporte de ricos dulces, juegan un papel preponderante los panaderos, que se organizan en un sindicato, el Sindicato de los Pasteleros, quienes, queriendo llamar la atención sobre el valor de su trabajo, comienzan a llamar a los pasteles por el argentino nombre de “facturas”.

Y el tema no termina ahí. El Sindicato estaba muy organizado desde 1888 , lo dirigía un anarquista y sus miembros profesaban el mismo credo, digamos.

Los Anarquistas y la Panadería

Las largas noches de elaboración de sus facturas y panes se prestaban a charlas y debates y sabemos que tenían algunos enemigos en común, Iglesia, Ejército y Policía. El sindicato era tan fuerte que hicieron huelgas de larga duración, en reclamo de sus derechos.

Entonces los nombres de las “facturas” no son casuales, por ejemplo:

  • Los Sacramentos , similares a las medialunas, eran una crìtica a la Iglesia.
  • Las Bombas, que son los clásicos profiteroles rellenos, una burla al ejército.
  • Los Cañoncitos, rellenos de dulce de leche o crema pastelera, una alusión también al ejército.
  • Los Vigilantes, una burla a la fuerza policial.
  • Los Churros, mención especial. La masa, de origen chino, creada a partir también del descontento del pueblo chino ante una traición. Sus panaderos inventaron unas masas saladas y alargadas que simbolizaban al “canalla” y a su esposa. Cuando la receta llega a España, se sustituye la sal por el azúcar y se le pone rayas como tienen los cuernos de las ovejas de Castilla y León.
  • Las Bolas de fraile, Deviene de la pastelería europea pero el toque argentino sería el relleno de dulce de leche. Alusión obvia.

Y podemos mencionar muchísimas facturas más, de hojaldre (libritos, pañuelitos), totitas negras, medialunas dulces y saladas, etc.

Cremonas, churros y otros tipos de facturas.
Cremonas, churros y otros tipos de facturas. Imagen cortesía de Jesús Dehesa via Flickr.

Pero no terminan acá las dulzuras argentinas. Sumamos a las facturas:

Los alfajores, tienen un número uno. De origen árabe, luego español, las dos galletas dulces unidas por chocolate o dulce de leche y recubiertas de chocolate son ya parte de nuestra identidad.

Los piononos, larga lámina de bizcocho rellena con crema, dulce de leche u otros ingredientes
Los panqueques, similares a los crepes, una fina lámina con dulce de leche.

Los pastelitos criollos, de harina, aceite, sal y almíbar.

Las pastafrolas, tarta típica de Argentina, una masa recubierta de dulce de leche o membrillo.

Y Tortas, Budines, Galletas, Bizcochos, Tartas y un sinfín de Postre.

Pastafrola Argentina.
Pastafrola Argentina. Imagen cortesía de Palbo via Flickr.

La Panadería Como Base de la Cultura

Volvemos un poco atrás en la historia.

PAN significa “todo” en griego. Así es el pan tan modesto, primario, antiguo e ilustre. Muchas veces como único alimento. En la cultura mediterránea, junto al aceite de oliva y el vino, fue la trilogía base de esa cultura. Es el acompañamiento de las comidas en Occidente, así como lo es el arroz en Oriente.

Cuando los españoles llegan a América , el trigo y la cebada eran desconocidos para los naturales. Usaban mandioca, disecada y molida para lograr harina.

Llegan mas tarde otros grupos de inmigrantes españoles, se suman los franceses, los italianos del norte y surgen así los primeros panaderos en Buenos Aires y en algunas provincias.

Con el trigo vino el pan. Al comienzo sólo harina, agua y sal. Luego vienen los saborizantes, conservantes y leudantes, y así surgen el pan pita, el alemán, el pan de Viena, el pan negro, el integral, la baguette, el pan de trenza, el mignon, el francés.

Se repite el mismo milagro de entrecruzamiento de saberes y sabores de nativos e inmigrantes, cada uno con sus aportes.

Tipos de pan 2
Diferentes tipos de pan en la Grocer's Encyclopedia (1911). Imagen de dominio público.
Tipos de Pan 1
Diferentes tipos de pan en la Grocer's Encyclopedia (1911). Imagen de dominio público.

La Pastelería y Panadería Argentina Hoy

Hoy en día , en Buenos Aires y en toda argentina, se sigue consumiendo en enormes cantidades el pan “francés”, debido a esa herencia europea de la población y todas sus variedades , mignón, figaza, milonga, tortuga, roseta, baguette y la itálica focaccia.

En las provincias se mantiene también el culto a lo tradicional y se elaboran además distintos tipos del llamado familiarmente “pan criollo”, como el pan con chicharrones, el chipá, el fatay , el caburé, etc.

Nuestro siglo XXI está marcando una tendencia a tomar en cuenta. Se empiezan a usar harinas poco refinadas, la masamadre, fermentaciones largas, harinas orgánicas, y hasta el retorno a los panes redondos, grandes, rústicos, como en el campo y que además duran más tiempo.

Habiendo recorrido el camino con una bolsita llena de pan, nos vamos contentos hacia el futuro.

El Camino de la Seda en Italia – Trabajadores e Inmigrantes

El camino sin fin de la seda. 8.000 km de viaje y la producción doméstica de seda en la Italia del siglo XIII.

Por Meri Trentini

El camino sin fin de la seda. 8.000 km de viaje con sus compañeros de ruta: pieles, alfombras, armas, utensilios, productos agrícolas , metales, ganado y gente. 

Cuando era niña escuche un relato familiar que estaba tan alejado de lo conocido que quedo impreso en mi memoria. La abuela de mi abuela, que ahora , después de añosde investigación, tiene nombre y apellido, Maria Delai, había trabajado en una fabrica de gusanos de seda en la Alta Italia, antes de migrar con su pobreza e hijos a cuesta a La Merica. Y su historia de caminos migrantes se enlazó como por arte de magia con la transitada y legendaria ruta de la seda. Vamos a asomarnos a su historia y veamos como todos los acontecimientos se entrelazan para hacer la historia, nuestra legendaria historia humana, donde todo hace a todo , y el pasado y  el presente son un crisol del cual gotea nuestra vida.

El Orígen de La Seda

El gusano de seda (Bombyx Mori) no es realmente una larva, sino una oruga, nacida entre 400 huevos del tamaño de un alfiler. Se las incuba diez días y se las ponen a comer hojas de mora (para que la seda tenga la mejor calidad) durante seis semanas. Aumentan su tamaño 10.0000 veces, cambian de color y se aferran a una rama a tejer su capullo impermeable y brillante, que los cubre por completo. Sacudiendo su cabeza 300.000 veces van hilando su fina red, de mas de un kilometro de largo. Con esas hebras se teje la tela más delicada, la seda.

La manufactura de la seda siempre tuvo cuatro etapas: El cultivo de las moreras, la cría de los gusanos, el desarrollo de la fibra y el Tejido de la tela. Y en oriente era especialmente un trabajo de las mujeres por la delicadeza y paciencia del genero femenino. Tanto es así que decían que los gusanos necesitaban un ambiente especial para su desarrollo, que detestaban el frio, la humedad, la suciedad ,el ruido, los gritos, el olor a pescado frito y las mujeres después de parir (personalmente creo que podría ser por la tristeza del posparto que aun no estaba estudiada). Nace entonces  el arte de la Sericultura, tan inmensamente importante que la Mitologia China tiene, como una de sus diosas, la Diosa de la Seda.

Larvas de gusanos de seda.
Larvas de gusanos de seda "Fifth instar". Imagen cortesía de Wikipedia.

La Fascinante Historia de La Seda

La seda fue y sigue siendo la tela mas preciada y cara. Llega de Oriente pero muchas cosas han de pasar antes que nuestros ancestros vivan de ella, como obreros, tal cual los gusanos.

Dice la leyenda que en el año 2640 la mujer del Emperador chino Huang Di, de catorce años, de nombre Xi Lingshi, estaba tomando una taza de té, cuando cayó de una morera un capullo en ella,  y desenvolviendo el capullo el filamento que lo formaba observó que era extensísimo y bello (su brillantez se debe a que las fibras no tienen forma cilíndrica sino de prismas triangulares, por lo que reflejan la luz).

Desde ese hecho casual, su hilado posterior y el uso para finos paños, transcurrieron 2000 años de secreto guardado celosamente en China, bajo un decreto imperial que condenaba a la pena de muerte a quien lo divulgara.  

En el año 139 AC se abre la ruta mundial de comercio que va desde el lejano este de China hasta el Mar Mediterráneo,  y con ella nace el nombre de Ruta de la Seda,  por ser el artículo que generaba más movimiento. Alrededor del año 300 dc ya se conoce en Japón e India el secreto de su producción. Pero, para el Imperio Romano, continúa siendo un misterio, tanto es así que creían que la seda era un producto de una especie de “árbol de lana” y los seres que lo habitaban ”sericum”, vivían hasta trescientos años, sumando en su creencia lo exótico con el secretismo y la imaginación.

En el siglo II los chinos ya habían establecido entonces la ruta para exportar seda a Occidente. Saliendo generalmente de Pekín las caravanas eran realmente importantes, de 100  a 500 personas con camellos y yaks. Cada animal era capaz de transportar aproximadamente 140 kg de mercadería y toda la comitiva tardaba alrededor de un año para llegar al Mediterráneo, satisfaciendo el deseo de delicadas y ricas sedas en occidente, intercambiándolas por oro, marfil, caballos o piedras preciosas.

Seda medieval
El camino de la seda y los viajes de Marco Polo. Imagen de una caravana, cortesía de Wikipedia.
Las principales rutas del camino de la seda.
Las principales rutas del camino de la seda. Imagen cortesía de Wikipedia.

Pero el secreto de la seda, al cumplir su ciclo de siglos, ya no podrá permanecer oculto. Mercaderes, ladrones y espías de todo tipo, sumados a monjes y diplomáticos van llevando la noticia de la producción milagrosa, y lentamente se va esparciendo hacia Europa.

En el 552 el Emperador Bizantino Justiniano, en su imperio Romano de Occidente, recibe los primeros huevos de gusano que, según dice la leyenda, dos monjes persas habían traído en escondidos en sus bastones de bambú.

La Seda en Italia

La toma de Constantinopla por los Cruzados en 1204 implica la decadencia de la ciudad imperial , y a partir del siglo XIII Italia desarrolla una producción doméstica tras haber traído 2000 tejedores calificados desde Constantinopla. En los siglos XI y XII  Lucca se desarrolla exponencialmente con la entrada de tejedores judíos y griegos de Sicilia y Sur de Italia. La burguesía, nueva emergente clase social, demanda productos de lujo como antes los demandaban los habitantes del lejano Imperio Romano.

Alrededor de 1750 más del 60% de los terrenos no desarrollados estaban cultivados con viñedos que producían vino de baja graduación alcohólica y  de media y baja calidad. No se podían conservar mas allá del año, por lo tanto su comercialización era imposible conformando entonces el acompañamiento básico de la gente mas pobre.

En 1776 se funda la “Sociedad Patriótica” para promover con sus publicaciones la agricultura y todo lo referente a su manufactura. El siglo siguiente no trae grandes cambios, todo lo contrario, se suma el problema del azote de la enfermedad de la vid, el “Mildiu Polvoriento”, a las convulsiones territoriales y políticas en Venecia y Lombardia, en 1854.

Y ahí es donde la actividad del cultivo de la morera para alimento de los gusanos de seda comienza a ser la actividad agrícola mas importante, y la de las vides queda relegada. Hacia fines del 1700 en el Ducado de Milán se habían plantado 600.000 arboles, demandando gran cantidad de mano de obra y resultando el producto final una seda de altísima calidad. Y paralelamente surgen las hilanderías con todo lo inherente a la manufactura, bobinado, personal, etc.

En Inglaterra y Francia ocurre lo mismo y realizan grandes avances en la producción de la seda y la gran vedette del oriente también luce y ornamenta a los que pueden adquirirla.

Producción de la seda en Europa
Producción de la seda en Europa. Mujeres trabajando la seda en un grabado de 1590-1600.

La producción crece infatigablemente, y para mediados del siglo diecinueve supera en un 600% a la del siglo anterior..

En 1858 se instala una hilandería en el Monasterio de San Ambrogio, en Cologno Monzese, también se crían ahí los gusanos y en Milán, Monza y Cernusco sul Naviglio se instalan otras siete fábricas.

En 1930 se hace presente la enfermedad de los capullos y la tecnología mas avanzada hace que desaparezcan las pequeñas fábricas para ceder el paso al proceso de industrialización en la zona milanesa.

Y que pasó mientras con la Ruta de la Seda? Pues esto:

La nueva ruta de la seda.
La nueva ruta de la seda. Imagen cortesía de Wikipedia.

La Seda Hoy

Hoy en día la producción es una combinación de técnicas antiguas  y modernas y China retoma el protagonismo, esta vez construyendo en la actualidad dos rutas combinadas, una terrestre y otra marítima, conectando como en la antigüedad, el lejano Oriente Ruso y Chino con los puertos marítimos Europeos. Crea o recrea así dos grandes rutas, uno, el Puente terrestre euroasiático que tendrá un recorrido de 16 días, y el Puente Marítimo, de 35 días para llevar la mercadería de Oriente a Occidente y viceversa.

La ingeniería china del más alto nivel se ha puesto a trabajar en el faraónico proyecto para liderar el mercado mundial y mover 500.000 millones de dólares en 60 países con este armado.

No podemos estimar si será una oportunidad para esos países o una batalla campal para el dominio del comercio global.

Pero si tengo la certeza que todo está relacionado y conectado con todo en nuestro mundo, y el largo camino de la seda, la vida de María, las rutas del futuro, las moreras de Italia, el destino de los obreros de las factorías y el de las ricas damas y caballeros que disfrutaban el lujo, intervienen y llegan a nuestra vida y forman parte de ella y de los que vendrán. El Camino de la Seda también es un camino nuestro.

Nota por Meri Trentini. Meri nació en Entre Ríos, estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires y colabora regularmente con Origenes.online escribiendo sobre costumbres, lenguaje, viajes e historias familiares.

El Desarrollo del Ferrocarril en Argentina y su Relación con la Inmigración

La instalación y puesta en marcha del ferrocarril en la Argentina requirió materiales y mano de obra calificada. Repasamos su historia.

El ferrocarril, como fenómeno mundial, surgió en el siglo XIX y se desarrolló fuertemente durante el siglo XX, constituyéndose como símbolo de la modernidad y el progreso.

En Argentina, la primer línea férrea fue inaugurada en 1857 en la provincia de Buenos Aires fomentada por capitales argentinos, aunque rápidamente se sumaron capitales británicos y franceses. Estos dos últimos fueron tomando mayor preponderancia en la definición y desarrollo del ferrocarril en el país a lo largo del tiempo. Por su parte, el Estado argentino también participó en la expansión ferroviaria, mediante los llamados ferrocarriles de fomento; se trató de líneas que llegaban a lugares lejanos que no resultaban rentables para las inversiones privadas. El objetivo era fomentar el desarrollo económico de esas regiones apartadas y controlarlas políticamente.

En 1863 se comenzó a construir el Ferrocarril Central Argentino. La Red Ferroviaria Argentina llegó a ser una de las más grandes del mundo durante este periodo, alcanzando cerca de 100.000 km de rieles. El desarrollo de este fenómeno estuvo muy relacionado por una parte con el contexto internacional y el hito que significaba esta nueva forma de transporte, y por el otro con el modelo económico agro-exportador, basado en la producción agrícola y la ganadería. Su instalación modificó sustancialmente la circulación de las personas, de los bienes de capital y de la tecnología. Trajo velocidad en las comunicaciones, acotó los tiempos de traslado y modificó la concepción de las distancias.

Locomotora La Porteña, la primera locomotora del Ferrocarril Oeste.
Locomotora La Porteña, la primera locomotora del Ferrocarril Oeste. El 29 de agosto de 1857 realizó el primer viaje en tren, desde la Estación del Parque hasta La Floresta, Buenos Aires, Argentina. Fuente: Wikimedia Commons.

Por su parte, la instalación y puesta en marcha requirió no solo de los materiales necesarios (rieles, locomotoras, maquinarias, etc.), todos ellos confeccionados en el exterior, sino también de ingenieros y expertos que contaban con los conocimientos necesarios, como así también la mano de obra calificada para operar estas tecnologías (maquinistas de locomotoras, telegrafistas, administrativos, entre otros), lo cual inicialmente generó inmigración británica hacia Argentina, aunque no de forma excluyente.

Esto se constató en el hecho de que los encargados de la construcción del Ferrocarril del Oeste fueron el ingeniero civil inglés, Williams Bragge, el francés Paul Moulliard y John Allan, ingeniero mecánico británico.

Es claro que esta época estuvo marcada por la inmigración como política de Estado.

El principal objetivo era poblar el territorio y consolidar una sociedad civilizada basada en las enseñanzas de economía, orden y moralidad que introducía la cultura europea. Predominaba los inmigrantes de origen italiano y español principalmente. Durante el siglo XIX los británicos emigraron en forma masiva, pero eligieron países que representaban mejor sus costumbres tales como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica.

El porcentaje que emigró hacia América del Sur fue pequeño, sin embargo Argentina fue el país que recibió mayor cantidad, seguido por Brasil y Chile. Los atraía el escenario comercial y las grandes oportunidades que ofrecía este desconocido país. Las primeras olas migratorias estuvieron compuestas por aventureros, los llamados pioneros. Más tarde se daría el fenómeno de las cadenas migratorias.

Mapa del Ferrocarril General Belgrano
Mapa del Ferrocarril General Belgrano y el resto de la red ferroviaria argentina en el momento de su máxima extensión (aprox. 1960). Fuente: Wikimedia Commons.

Avanzado el siglo XIX, el Estado argentino comenzó a regular el ingreso de los contingentes migratorios. En 1869 se creó por decreto la Comisión Central de Inmigración, la cual permitió contar con mayor control y acompañamiento, a la vez que arrojaba luz respecto de las estadísticas oficiales y las características de la población recién llegada. En el año 1875 el gobierno del presidente Avellaneda presentó un proyecto de ley que pretendía orientar la inmigración en función de las necesidades del país, proponiendo el fomento para continuar desarrollando el modelo económico agroexportador.

Las corrientes migratorias en este sentido, contribuirían al incremento de la producción, del consumo, de las exportaciones, y de la recaudación aduanera. Los ferrocarriles por su parte, aportaban al transporte de los bienes conectando las regiones del país con el puerto

La política de fomento de la inmigración, en tal sentido, debía ser entendida como uno de los pilares del desarrollo económico del país: mano de obra especializada en las nuevas prácticas productivas.

El proyecto de ley presentado en 1875 fue aprobada un año más tarde y con esto se confirmaba la obligación del Estado argentino de brindar alojamiento, manutención y traslado a los inmigrantes, lo cual indicaba que el Estado tendría un rol importante en la recepción de los flujos migratorios. A su vez, intervendría también en la búsqueda y selección de candidatos en los países de origen, y una vez llegados Argentina los trasladarían a territorios específicos donde podrían comenzar a trabajar.

De esta manera, puede observarse una importante modificación en la regulación de la migración por parte del Estado, aunando esfuerzos con el fin de potenciar el modelo económico de agro-exportación.

Trabajadores ferroviarios, 1952.
Trabajadores ferroviarios en 1952. Imagen cortesía de Archivo General de la Nación.

En 1890 se produjo una fuerte crisis económica y financiera en Argentina, que frenó sustantivamente el desarrollo de toda la red ferroviaria, tanto la de origen estatal como la privada. Sin embargo el interés por el sector ferroviario permaneció intacto. Durante la primera década del nuevo siglo existieron propuestas de compra de los ferrocarriles del Estado, por parte de capitales extranjeros.

Si bien se barajó la posibilidad de privatizar los ferrocarriles estatales, a partir 1916 (durante el primer gobierno de Yrigoyen) se marcó una clara tendencia abandonar definitivamente esta idea. El criterio que había imperado durante el siglo anterior había sido el de un “Estado subsidiario temporario”, el cual invertía en el fortalecimiento de la red ferroviaria para luego delegar la operación de las mismas a capitales privados.

A partir de la presidencia de Yrigoyen se fortaleció la idea de la re-inversión pública en las líneas ferroviarias y la competencia con las empresas privadas. Esta tendencia se mantuvo y se realizaron nuevas inversiones que permitieron durante década del ‘20 la extensión kilométrica de los ferrocarriles del Estado.

El desarrollo del nuevo siglo traería aparejado la transformación del mercado de transporte terrestre y la decadencia del transporte ferroviario a nivel mundial. La crisis mundial de la década del ‘30 y el advenimiento de la segunda guerra mundial llevaron a los capitales extranjeros a intentar deshacerse de las empresas ferroviarias. Para el Estado Argentino, esto significó una oportunidad de profundizar el ideario fortalecido durante las primeras décadas del siglo, lo que llevó a la nacionalización de varias líneas de ferrocarril.

Fuentes:

  • Salerno, Elena (2001). Los ferrocarriles del Estado, conectividad y política en la Argentina. Universidad Nacional de Luján (Argentina).
  • Badaloni, Laura (2015). Ferrocarriles e ingenieros. Aportes a una historia más allá de las fronteras nacionales. Investigaciones Socio-históricas regionales (ISHIR) y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
  • Fernandez, Alejandro (2017). La ley argentina de inmigración de 1876 y su contexto histórico. Universidad Nacional de Luján (Argentina).
La Trochita del Ferrocarril General Roca.
La Trochita del Ferrocarril General Roca, cuyo recorrido se extiende 402 kms desde Esquel and El Maiten en Chubut hasta Jacobacci en Río Negro. Fuente: Wikimedia Commons.

La Emigración Española al Mundo en el Periodo de Migraciones Masivas (1880 a 1930)

Aunque hoy en día se tenga una mirada diferente, España ha sido durante mucho tiempo un país con tradición de emigración. Durante la época de las denominadas “migraciones masivas” que abarco el periodo de 1880 hasta la crisis del año 1930, España contribuyó de forma decisiva en los flujos de migrantes hacia el resto del mundo. El contingente migratorio durante esta época fue tan importante en su magnitud que superó al que se produjo durante los cuatro siglos del periodo colonial.

Posiblemente una de las principales razones que explican la emigración durante esta época sea el crecimiento demográfico en el campo y el débil desarrollo industrial del país, que no logró ofrecer las suficientes oportunidades de trabajo en los principales núcleos urbanos. Por otra parte el continente Americano funciono como un polo de atracción a una gran cantidad de emigrantes con deseos de hallar oportunidades de crecimiento económico y aventuras.

América en su conjunto absorbió más del 85% de los emigrantes españoles, el 15% restante tuvo como destinos África (Marruecos, Argelia y Guinea Ecuatorial) y Asia (fundamentalmente Filipinas  y Australia). En la mayoría de los casos se observa una preferencia por aquellos países con estrechos vínculos históricos con la colonia española. No todos los países de América resultaron igualmente atractivos para los emigrantes españoles, algunos de los nuevos países fueron más receptivos a la inmigración española y ofrecieron mejores oportunidades en función de una mayor asimilación cultural.

Libros de pasaportes españoles de los años 30.
Libros de pasaportes españoles de los años 30, que registran nombres, lugares de origen, estado civil, y profesión entre otros.

Por ejemplo Estados Unidos fue el principal destino para emigrantes europeos durante la etapa de migraciones masivas, sin embargo no fue el principal destino para los emigrantes Españoles.  En cambio, lo fueron Cuba y Argentina y en forma secundaria Brasil (zona cafetalera de San Pablo), Uruguay, México y Chile. Argentina fue el principal destino gracias a las mayores oportunidades de trabajo y salario real. Cuba y Brasil también fueron destinos importantes, donde se intento suplantar la mano de obra esclava por inmigrantes de baja cualificación, pero esta razón también explica las peores condiciones de trabajo. Los casos más característicos se observaron en San Pablo y en la construcción del ferrocarril Madeira Mamoré, donde las condiciones rozaron prácticas esclavistas y la poca adaptación al clima tropical genero considerables muertes.

Por otro parte las nuevas naciones que se habían independizado de las colonias Europeas comprendieron que su futuro dependía de atraer inmigrantes europeos, necesarios para poblar las extensas tierras casi inhabitadas en varios de los países y ofrecer mano de obra para el desarrollo económico. Para alcanzar este objetivo muchos países aprobaron leyes que fomentaron la inmigración, establecieron oficinas de promoción en países europeos e incluso algunos como Brasil y Australia, ofrecieron subvenciones para costear el pasaje en barco.

Sin embargo la inmigración no fue en todos los casos permanente, sino que tuvo carácter temporal como la llamada “inmigración golondrina” para cubrir trabajos de cosecha en los campos. De hecho durante esta etapa el 57% de la inmigración española retornó al país. Un caso característico fue el flujo de inmigrantes estacionales entre Canarias y Cuba para cubrir la mano de obra en la zafra azucarera.

Barco de emigrantes, cerca de 1915.
Barco de emigrantes, cerca de 1915. El nombre del barco lee "Valencia".

El perfil del inmigrante fue el varón, joven y soltero. El número de hombres duplico al de las mujeres, esta elevada proporción se debe en parte a la relevancia de la inmigración temporal. Con el tiempo la proporción de inmigrantes mujeres fue en aumento a partir de que los hombres se asentaban y se producía la reunificación familiar en el país de destino.

Cuba presentó los niveles de masculinidad más elevados producto de la necesidad de mano de obra temporal en la zafra. Por el contrario, la emigración en Argentina se halló en gran parte formada por familias que emigraron con el objetivo de establecerse en forma definitiva, objetivo perseguido por el gobierno. Por otra parte la zona de Sao Paulo en Brasil busco atraer mujeres y hombres por igual para trabajar en cultivos cafeteros. Sin embargo, las mujeres también conformaron un grupo migratorio de relevancia a pesar de que su lugar en la historia se vio invisibilizado por el hecho de que en los registros no se contabilizaba su profesión. En su mayoría se trató de mujeres jóvenes, solteras, con bajo nivel educativa (el analfabetismo en mujeres era mayor que en los hombres) y de origen humilde.

Inmigrantes españoles en el pueblo de Arias, provincia de Córdoba, Argentina
Inmigrantes españoles en el pueblo de Arias, provincia de Córdoba, Argentina. Imagen cortesia de Wikimedia Commons.

Las razones para comprender las motivaciones de los inmigrantes a emprender el viaje fueron primordialmente las económicas, pero también se pueden enumerar otras causas. En el campo fue destacable la lógica de los sistemas de herencia, que favorecía exclusivamente a los primogénitos, dejando sin herencia y sin tierra al resto de los hijos, quienes se veían obligados a emigrar para tener un sustento. Además fue importante el deseo de evasión del servicio militar, que en el caso español duraba 3 años. Por otra parte, el poder de la información sirvió como amplificador de las oportunidades en otras tierras. También se produjo el “efecto llamado” por parte de quienes emigraban y luego enviaban cartas a familiares, amigos o vecinos invitando a seguir sus pasos. La red de apoyo sirvió para reducir el costo informativo y el riesgo que implicaba el traslado. Por último se desarrollo una “economía de la migración” que funciono conectando regiones en España con lugares de destino y creando “cadenas migratorias” entre ambos.

El flujo de emigrantes desde España fue muy desigual entre regiones. Durante dicha época existió una marcada prevalencia de Galicia como principal expulsor abarcando el 41,8% del total. Este hecho fue tan característico que en países como Argentina se atribuyo el término  “gallego” para referirse al migrante hispano en su conjunto. En línea con lo anterior, Castilla-León explico el 12,4%, Andalucía el 9,7% y Asturias el 9,10%. Respecto a las regiones donde la inmigración tuvo mayor peso en la población local las más afectadas fueron Galicia, Asturía, como así también Canarias, y en menor medida Cataluña y Castilla-León.

El Vasco de la Carretilla en Kilómetro 3, Chubut, Argentina, en septiembre de 1935
El Vasco de la Carretilla en Kilómetro 3, Chubut, Argentina, en septiembre de 1935. Imagen cortesia de Wikimedia Commons.

Finalmente el periodo de migraciones masivas termina en el año 1930 por los efectos negativos producidos por la caída de la bolsa.

A partir de esta fecha los gobiernos latinoamericanos tornaron a una política migratoria más selectiva. En la Conferencia de los Estados Americanos miembros de la OIT, celebrada en 1936 en Santiago de Chile se puede percibir un cambio de dirección donde se aprobó continuar con las políticas de inmigración pero adoptando medidas tendientes a proteger el empleo de la población autóctona. El periodo de entreguerras disminuyo aun mas los flujos migratorios, aun así durante la etapa del franquismo se vuelve a observar una nueva ola de inmigración española hacia el mundo.

Fuentes:

  • Sallé Alonso, Mª Ángeles (2009). La emigración española en américa: historias y lecciones para el futuro. Fundación directa.
  • Devoto, Fernando (2007): La inmigración de ultramar. En: Torrado, Susana (comp.) Población y bienestar en la Argentina del primero al segundo Centenario. EDHASA, Buenos Aires.
  • Sanchez-Alonso, Blanca. (2007). La racionalidad de las políticas migratorias en la primera globalización: el caso argentino. Revista de Ideas, Instituciones y Mercados.

La Gastronomía Argentina, un crisol de Razas y Ollas

Sabemos que el concepto de Gastronomía, formada por dos palabras de origen griego, “gastros”, estómago y “nomos”, que
significa orden, o ley, es, en resumen, la norma del estómago. Y no podemos de ninguna manera desconocer que forma parte de la Cultura, al ir asociada a las tradiciones, la geografía, las costumbres y la historia de los pueblos.

Argentina es un país de entrecruzamientos culturales, un destino elegido por millones de seres humanos que fueron corridos de sus tierras de origen por hambre, persecuciones políticas y religiosas, por guerras, por falta de trabajo; circunstancias coyunturales de una Europa convulsionada.

Hasta la Primera mitad del siglo XIX la cocina estaba signada por la impronta indígena y mas tarde, con la llegada y colonización de los primeros españoles, ambas se fusionan.

Si nos sentamos a sus mesas, comeremos asado, carbonadas, guisos carreros, de vizcacha, de pacú, sopas , guisos con cerdo,
maíz, porotos, puchero, mazamorra (cultura precolombina mas influencia española), locro (del quechua “Luqru“, de raíces andinas, papas y maíz blanco), tortas fritas, dulce de leche.

Platos de porciones abundantes y sin mucho refinamiento. Y si vemos qué comen los esclavos y los muy pobres, en su menú están las vísceras, entre ellas el mondongo, los chinchulines, las tripas vacunas desechadas por los de mejor posición económica.

Fotografia de Empanadas. Imagen Creative commons por やましこ
Asado criollo

Y a mediados del 1800 bajan de los barcos los de la lejana orilla, los inmigrantes europeos, en su mayoría , huyendo de sus paupérrimas condiciones de vida, y así, la fuerza autóctona de América comienza a mezclarse con el paladar europeo.

A fines del siglo XIX, los italianos llegan a torrente. Solamente entre 1880 y 1930, arriban cuatro millones. La primer oleada eran en su mayoría chacareros del Norte de Italia, Del Piamonte, de Genova, del Veneto, de zonas rurales. Vienen perseguidos por el desempleo, la corrupción, la desigualdad social.

Ya entrado el siglo XX arriban los italianos del Sur; Calabria, Sicilia, expulsados por la pobreza. En general se asientan en las grandes ciudades, no son labradores, tienen otros oficios. Arriban después de la Primera Guerra, se interrumpe en los años de la Segunda guerra y finaliza entre los anos 50 y 60 del siglo pasado.

Y todos ellos, los del norte y los del sur, traen las pastas, frescas o secas; tallarines, gnoquis, ravioles, la fainá, de origen genovés, la pizza, derivada de la cocina napolitana, la fugazza, descendiente de la focaccia genovesa. Llega la polenta, del Norte de Italia, los panes dulces, hermanos de los panettones milaneses, los chorizos, bondiolas y salamines de Lombardia, el Veneto, Friuli. Los helados, etc. Y no nos olvidemos del café, que comparten con los españoles mediterráneos, del lemocello del Mezzogiorno o de la sidra de Campania.

Fotografia de Churros. Imagen creative commons por Andres Reyes.
Foto de un alfajor. Imagen creative commons por Jakobien van der Weijden.

A esta revolución gastronómica se suman los españoles. Ellos estaban desde la época de la colonización, en lo que antiguamente era el Virreynato del Río de La Plata. Habían fundado poblaciones, tuvieron sus descendientes, los criollos, con sus tradiciones y su lengua. Por eso, cuando llega el aluvión inmigratorio de fines del siglo XIX, tuvieron una ventaja que los otros no, el idioma no era una barrera y la idiosincrasia era común.

Desde fines del siglo XIX, en la posguerra de los años veinte, más tarde los exiliados y fugitivos de la guerra Civil española (1936-1939), arriban a argentina convirtiéndose, junto a la italiana, en las inmigraciones mas importantes al país. Vienen de Galicia, de Andalucía, de Asturias, de la zona vasca.

El puchero argentino es un derivado del “cocido” español. Las empanadas, de origen andaluz que derivan de los fatay, cocina del cercano oriente que durante siete siglos reino en España, los churros, los alfajores, la tortilla de papas, las albóndigas, la empanada gallega, las torrejas, los buñuelos, las croquetas, los piononos, la sidra asturiana, el chocolate.

Las “picadas” argentinas, que suelen preceder al asado, son descendientes directos de las tapas de España, compuesta de
trocitos de queso, milanesas, salames y aceitunas. El mate ya era en época colonial una infusión típica, pero fueron los
españoles que le agregaron la bombilla, “el chupador”, como se lo denominaba entonces.

Otra migración importante, una pieza mas del rompecabezas, los Árabes. Formalmente arriban a estas orillas en 1886, son 633 personas de origen sirio y libanés. Se suman jordanos, palestinos, egipcios, iraquíes. Cristianos y musulmanes que
escapaban de guerras entres kurdos, otomanos y musulmanes. Sufren persecuciones religiosas y conflictos. No tienen ningún tipo de problema en su inserción por ser similares a los criollos, a los gauchos. Son descendientes de beduinos y se convierten
rápidamente en gauchos árabes.

La influencia árabe en la comida argentina ya se había realizado a traves de la península ibérica. La golosina mas consumida en el país es el alfajor, una creación culinaria árabe y las empanadas, otra herencia exquisita de los persas que los árabes llevan a España y en 1500 a América.

Cocina internacional en la Argentina

Los alemanes no llegaron masivamente, sino en grupos pequeños. Los más importantes, de 1920 a 1935 y después del final de la segunda guerra mundial.

La pastelería argentina es descendiente directa de la alemana, casi todas las “facturas”, las berlinesas, el kutchen , las medialunas, las tortas tienen su origen centroeuropeo.

Los franceses también aportaron su tipo de pan, “frances”, sus cremas , los flanes con chantilly, los omelets, mas tarde, la cocina de huerta casera o nueva cocina. Y no solo eso, llegó también la forma distinta de engalanar una mesa, preparar platos mas pequeños y refinados, forma de cocinar y presentar mas refinado, entre otras variantes.

Los británicos e irlandeses están en Argentina desde fines del siglo XVIII, cuando se comienza a desmembrar el ejército de Napoleon, y en 1810 ya había 500, sumando los que se quedaron en Buenos Aires después de las Invasiones Inglesas. Se dedican casi en su totalidad a actividades rurales y traen con ellos el te y los scones, los galeses la exquisita Torta Negra y otros sabores, las jaleas de manzana y los quesos, con su migración a Chubut en los anos 60 del siglo XIX.

Y la amalgama de sabores se complementa con el aporte de portugueses, judios, griegos, japoneses, suizos, yugoslavos, bielorrusos, etc.

El siglo XXI es la moderna internalización de la comida argentina. Se suma la de los países fronterizos y otros sabores
latinoamericanos, como el peruano y el mexicano. Y mas lejanos también, el Extremo Oriente, India, Japon, Tailandia, China, etc.

Es difícil entonces definir la gastronomía argentina. Pero si prestamos atención a la definición de “Patrimonio Cultural Alimentario y Gastronómico Argentino” encontraremos destacado el asado, las empanadas, el mate, el dulce de leche y el vino Malbec.

Ese seria el encabezado, luego la lista sería una interminable fila de platos de todo el mundo, en versión argentina, pues eso somos, un crisol de razas y de ollas. No?

Nota por Meri Trentini. Meri nació en Entre Ríos, estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires y colabora regularmente con Origenes.online escribiendo sobre costumbres, lenguaje, viajes e historias familiares.