Quiénes vivían en la Provincia de Entre Ríos antes de la Inmigración?

En los orígenes de la provincia se distinguían dos grupos de pobladores. Los miembros de uno de esos grupos eran cazadores, recolectores y pescadores.

En este grupo mencionamos a los charrúas (que se ubicaban además en parte de Uruguay y extendieron su andar por el Sur de Brasil, además de Entre Ríos y ocasionalmente alguna zona de San Fe y Corrientes), los cáingang (que se ubicaban además en el centro-sur de Brasil, la Mesopotamia argentina, Paraguay y el Norte de Uruguay) y los querandíes (que también ocupaban una parte de la región pampeana).

Los miembros de este grupo habitaban a orillas de ríos y lagunas por las que navegaban en largas canoas que construían con troncos de árboles tallados. La naturaleza les preveía los materiales para construir sus chozas de paja y junco y, además, el pescado que constituía su principal alimento, que completaban con miel, frutas, semillas de los bosques y la caza.

Mapa de Entre Rios y sus habitantes
Mapa de Entre Rios y sus habitantes.

El segundo grupo estaba conformado por los guaraníes (se ubicaban en Paraguay, en las provincias Argentinas de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, parte de Chaco, Santa Fe y Formosa, en el Sur y Suroeste de Brasil, Sureste de Bolivia y Uruguay) y los timbúes (se hallaban en el sur de la provincia de Santa Fe en torno a la desembocadura de los ríos Carcarañá y Coronda en el río Paraná, y en el departamento Diamante de la provincia de Entre Ríos.

Formaban parte del grupo de los chaná-timbúes en el que se sumaban los mepenes, mocoretaes, calchines, quiloazas, entre otros. Hay quienes los consideran emparentados con los guaycurúes). Los miembros de este segundo grupo combinaban la agricultura, la pesca y la caza.

Los guaraníes corresponden a la gran familia de los Tupí-guaraní que se extendía desde el Amazona hasta el Río de la Plata. Al momento de la conquista de la provincia habitaban las islas del Paraná, al norte de Corrientes, el litoral misionero y parte de Salta. Además ocupaban un lugar destacado entre los colonizadores y misioneros porque fueron utilizados como guías e intérpretes.

Su lengua, el guaraní, aún se habla en la Mesopotamia argentina y en Paraguay. La influencia que dejaron es innegable y está profundamente arraigada. La toponimia entrerriana, para citar un ejemplo, así lo refleja.

Una aldea guaraní en un antiguo grabado.
Una aldea guaraní en un antiguo grabado.

Los guaraníes construían sus aldeas protegidas con empalizadas. Además eran tejedores de algodón, producían canastas y trabajaban con arte la cerámica. Para sembrar talaban y desmalezaban una parcela que luego quemaban aprovechando la ceniza como abono para luego sembrar zapallo, batata, mandioca o maíz. Completaban su alimentación cazando y pescando, además de recolectar frutas y hierbas. Entre las últimas se debe destacar la yerba mate silvestre. Cada tribu tenía un cacique que gobernaba parcialidades. Su cargo era hereditario y era aceptada la poligamia.

En el siglo XVII los jesuitas establecieron entre sus pobladores importantes misiones. Fueron 15 en las provincias de Corrientes y Misiones, ocho en Paraguay y siete en el Suroeste de Brasil, las que eran denominadas Misiones Orientales. Tuvieron importante influencia, además, en Uruguay.

El 21 de julio de 1773, el Papa Clemente XIV dictaba el breve apostólico Dominus ac Redemptor suprimiendo la Compañía de Jesús. Comenzaba la decadencia de las misiones jesuíticas, lo que es otra parte de la historia.

En suma, los guaraníes no eran pobladores originarios de la provincia de Entre Ríos, sino que fueron poblando las Villas recién fundadas debido a su expulsión de los jesuitas y la persecución de los bandeirantes brasileños. Así llegaron a Mandisoví, por ejemplo. Este pueblo originario era migrante y se movía en búsqueda de la llamada “tierra sin mal” donde pudieran trabajar en libertad. La búsqueda de esta “tierra sin mal” era la base de su cultura.
No se sabe exactamente cuando los guaraníes comenzaron a llegar a la provincia. Hay un dato preciso: la calera existente en el Parque Nacional el Palmar, denominada Calera de Barquín y hoy en ruinas, data del año 1650.

Batalla contra los Querandies, del libro "EL Primer Historiador de los Paises de La Plata", por Ulrich Schmidel.
Batalla contra los Querandies, del libro "El Primer Historiador de los Paises de La Plata", por Ulrich Schmidel.

Y es así como una infusión que era usada en el s.V a.c. por los pueblos originarios de América del Sur, es hoy venerada por culturas de lo más remotas, y lejos de caducar, sigue expandiéndose al latido de las migraciones. Podemos pensar que es su gusto el que lo hace único, o la forma en que se sirve, pero me inclino a creer que es la conexión y los recuerdos que se generan con el mate lo que hace que sea difícil de desprenderse y hoy en día, donde haya un argentino, un uruguayo, un sirio o un libanés, allí estará la pava caliente para reconfortar el cuerpo y el alma, estén en su pueblo natal o en algún lugar lejano y hostil.

Colaboración por Gustavo Surt. Gustavo vive en Chajarí, donde nació. Es periodista y Jefe de Redacción del Semanario Chajarí al día desde su fundación hace más de dos décadas. Tiene un programa de TV que cumple en 2020 37 años y conduce un programa de radio sobre nuestra identidad por AM 940 que expone música, anécdotas, historias y tiene ya 29 años en el aire. Es además músico y compositor y ha sido distinguido por el HCD local, Cultura de la Provincia, la Fundación Cocomarola, y la Cámara de Diputados de la provincia entre otros. 

El Fomento de las Políticas Inmigratorias en Argentina (1870-1930)

Durante la segunda parte del siglo XIX y hasta 1930, el mundo experimentó un periodo de inmigraciones masivas, originado principalmente por migrantes europeos hacia el continente Americano y Oceanía. Argentina fue un caso particular ya que fue uno de los países que más inmigración europea recibió y donde la política de puertas abiertas se evidenció con mayor fuerza.

Las razones que explican el proceso pueden rastrearse en las malas condiciones económicas y sociales de los países de origen y la necesidad de mano de obra de los países receptores. Italia, por ejemplo, había sido desmembrada después de la caída de Napoleón Bonaparte en 1815, y se encontraba parcialmente bajo el poder de Austria. Las guerras del período, sumadas a la dificultad de reconciliar las diferentes regiones y sus dialectos, crearon na situación de trastorno social y económico, corrupción, desempleo (mayoritariamente rural), y desigualdad entre las clases sociales.

Pero además del factor económico, es importante comprender la relevancia que ocupó la idea del inmigrante como agente civilizatorio, dentro del programa político de desarrollo de la élite gobernante liberal de la época.

Barco de emigrantes, cerca de 1915.

Alberdi por ejemplo comparaba “poblar” con civilizar; con la idea de poblar se refería específicamente a inmigrantes europeos y a la necesidad de que exista un claro fomento de ésta política por parte del Estado.

Sarmiento por su parte destacaba la virtud moralizante del inmigrante europeo, y su rol positivo en la instalación del orden. La inmigración en el ideario liberal decimonónico era vista como la energía viva necesaria para renovar por completo las instituciones arcaicas del antiguo régimen colonial.

Este ideario fue el que imprimió de forma profunda las medidas de fomento establecidas. En la Constitución de 1853 se evidencio esto último por medio del establecimiento de derechos civiles igualitarios a los inmigrantes, en el artículo 25 que prohibía expresamente la restricción del ingreso a los extranjeros y en la ley de inmigración de 1876.

Ahora bien con el advenimiento de la primera guerra mundial se produjo un desplome del comercio internacional, que generó impacto económico en varios de los países receptores. Comenzaron a levantarse voces contrarias a la inmigración las cuales se plasmaron en leyes tendientes a restringir su flujo. Este proceso se destacó principalmente en Estados Unidos (el principal país receptor de inmigración durante la época) donde se establecieron cupos y exámenes de cualificación.

Lo que caracterizó al caso Argentino fue que durante todo el periodo de inmigraciones masivas, la política de auspicio sufrió muy pocos cambios y casi no tuvo grupos de poder que fueran serios detractores. Esto permitió que la política de puertas abiertas se extendiera en el tiempo. La excepción fue la Liga patriótica que con un mensaje de nacionalismo y xenofobia buscó reprimir los movimientos anarquistas y socialistas de la época, los cuales estaban compuestos mayormente por trabajadores inmigrantes. Sin embargo su eje discursivo no estaba orientado contra los inmigrantes en su conjunto, sino en oposición al inmigrante politizado.

Carreta con inmigrantes italianos. Fotografía de Frank George Carpenter.

En contraposición, la elite agraria brindo apoyo a la política de fomento inmigratorio, dado su interés por obtener un flujo constante de mano de obra necesaria para las labores en el campo. Sorprende que si bien la tendencia mundial observada principalmente en países como Estados Unidos y Australia era que los sindicados y partidos políticos vinculados a los obreros se opusieran a la inmigración por su efecto negativo en el salario real, en Argentina no sucedió.

Posiblemente la razón que pueda explicarlo fue la enorme fuerza de movilidad social ascendente que se observó en la sociedad argentina durante toda la época, la cual permitió mantener las condiciones económicas en constante crecimiento. Además, hubiera sido difícil pensar un discurso anti-inmigratorio exitoso en una sociedad donde tanto los miembros de gran parte de la élite política como la sociedad en su conjunto, eran primera o segunda generación de inmigrantes.

Fuentes:

  • Alberdi, Juan B. (1837). Bases y puntos de partida para la organización política de la República de Argentina.
  • Sánchez Alonso, Blanca (2007). La racionalidad de las políticas migratorias en la primera globalización: el caso argentino. Revista de Instituciones, Ideas y Mercados Nº 46, pp. 233-264.
  • Cortés Conde, Roberto (1979). El progreso argentino, 1880-1914. Buenos Aires, Ed. Sudamericana.
  • Devoto, Fernando (2003b). Historia de la Inmigración en la Argentina, Buenos Aires. Ed. Sudamericana.
  • Díaz Alejandro, Carlos (1970). Essays on the Economic History of the Argentine Republic,. New Have, Yale University Press.
  • Germani, Gino (1955). Estructura social de la Argentina. Buenos Aires, Ed. Raigal.
  • Sarmiento, Domingo F. (1845). Civilización y barbarie e las pampas argentinas.

Cómo la Dinastía Habsburgo se Cruzó Hasta la Extinción

Durante los siglos XVI y XVII (el período que va de 1516 a 1700, también conocido como “la Era de la Expansión“), España estuvo gobernada por los reyes de la Casa de Habsburgo, influyente y poderosa al punto de dominar política y militarmente Europa.

Los Habsburgo ocuparían el trono del Sacro Imperio Romano Germánico de forma continuada entre 1438 y 1740. En España, dicha casa alcanza el apogeo de lo que se denominaba el Imperio Español durante los reinados de Carlos I y Felipe II, en particular con la anexión de América, los países bajos, Borgoña, territorios en Francia y Alemania, y Ceuta y Orán en Africa, entre otros.

Mucho se ha especulado en la literatura histórica que la preferencia de los matrimonios consanguíneos en la línea de los Habsburgo de España contribuyó con su extinción. Veamos hasta qué punto es verdad!

El Arbol Familiar de los Habsburgo

La mayoría de los matrimonios Habsburgo reales eran entre tío y sobrina (como Felipe II con su sobrina Anna de Austria), entre primos primeros (como Carlos I e Isabela de Portugal), o entre primos segundos o terceros. De los 11 matrimonios en el gráfico, 9 fueron entre parientes consanguíneos.

Árbol genealógico de la casa de Habsburgo
Árbol genealógico de la casa de Habsburgo. Fuente: Origenes.online, Imagen de uso Público.

Los Inicios de la Dinastía Habsburgo

La historia comienza con la unión de los herederos de Castilla y AragónIsabel I de Castilla y su esposo Fernando II de Aragón contrajeron matrimonio en 1469, y gracias en parte a la exitosa campaña contra los moros y la conquista de Granada en 1496, recibieron por parte del papa Alejandro VI el título de Monarcas Católicos.

Cuando Isabela murió en 1504, su hija Juana fue coronada reina. Su esposo Felipe I de Habsburgo (o “Felipe el Justo“), hijo del Emperador del Sacro Imperio Romano Maximiliano I y María de Borgoña, se convirtió en el rey-consorte Felipe I de Castilla. Juana, se dice, cayó en la locura y Felipe murió poco después, en 1506 y bajo sospechosas (y venenosas) circunstancias. Le sucedería su hijo Fernando II de Aragón, y una larga lista de 11 reyes Habsburgo que desembocará en la trágica historia de Carlos II.

Los Primeros Problemas de Salud

Carlos II había sufrido de numerosos desordenes durante su vida, producto probablemente de su aumentada heterocigosidad: La posesión de 2 alelos idénticos en una posición determinada del genoma. La progenie de dos personas con lazos consanguíneos cercanos suele acarrear aumentos en la cantidad de desordenes de salud. Sabemos que la mortalidad de los infantes y niños Habsburgo era muy alta: De 34 chicos, 10 habían muerto antes del primer año de vida, y 17 antes de cumplir los 10. Estas figuran son mayores a las que podemos encontrar en aldeas españolas contemporáneas.

Aunque no puede confirmarse que todos estos problemas de salud hayan provenido definitivamente de los matrimonios consanguíneos (existían sin duda factores ambientales  u otros problemas genéticos), se trata de una fuerte hipótesis respaldada por lo que sabemos hoy día de genética. Los matrimonios consanguíneos no eran extraños en la época, pero pocas familias han llevado la endogamia al extremo de los Habsburgo.

El Principio del Fin de los Habsburgo

Carlos II, también conocido como “El Hechizado” (nombre surgido de su aparentemente lamentable estado físico debido a brujería e influencias diabólicas), fue proclamado rey en 1665, a los tres años. A pesar de haber sido educado por teólogos, su mala salud hacía sospechar que moriría joven y, plenamente consciente de su incapacidad para asumir las funciones de gobierno, Carlos II tuvo el buen criterio de poner al frente de los cargos más importantes a personas bien preparadas. En consecuencia, el imperio se mantuvo intacto frente al poderío francés de Luis XIV, aumentó del poder adquisitivo en sus reinos y vio el fin del hambre y el arribo de la paz.

Desafortunadamente, la musculatura débil de Carlos II también acarreaba infertilidad. Su primera esposa, María Luisa de Orleans (sobrina de Luis XIV de Francia) realizó peregrinaciones y veneró reliquias sagradas, pero no pudo concebir antes de su muerte en 1689. Tampoco lo hizo su segunda esposa, la reina Mariana de Neoburgo.

«Su mal, más que una enfermedad concreta, es un agotamiento general», dijo un embajador francés durante los últimos años el rey.

Una compleja red de intrigas palaciegas se formó en torno a la sucesión de Carlos II. El último de los Habsburgo españoles falleció el 1 de noviembre de 1700, a los 38 años. Le sucedió Felipe V de España, quien gobernó 45 años como el primer rey de la Casa de Borbón.

Retrato de Carlos II de Habsburgo por W Humer.
Retrato de Carlos II de Habsburgo por W Humer.

Fiebre Amarilla en Buenos Aires: 1871, la Epidemia que Castigó a la Pobreza

La fiebre amarilla había aribado a Buenos Aires al parecer tres veces, pero en 1870 el virus bajó del norte y encontró en la pobreza el mejor caldo de cultivo.

La segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX trajeron a Buenos Aires millones de inmigrantes, la mayoría empobrecidos, que buscaban mejorar sus vidas y la de sus descendientes.

Pero con la gente que se traslada, viaja muchas veces un compañero indeseable, un enemigo silencioso que nadie conoce y que va a provocar un gran drama en el futuro.

Qué Es La Fiebre Amarilla?

La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa provocada por un mosquito, en este caso el Aedes, que al parecer tuvo su origen en el siglo XVI o XVII, en Africa, y que debido al espantoso trafico de esclavos se mudó posteriormente a América. Se la denomina “amarilla” por la ictericia que provoca la enfermedad, poniendo la piel del enfermo de ese color. En los casos graves, el enfermo padece de trastornos renales, sangrado hepático, fiebre alta, delirio y convulsiones, entre otros.

A Buenos Aires la fiebre había arribado al parecer tres veces antes del fatídico 1871, quizá con los barcos desde Brasil, pero sin mayores consecuencias. Sin embargo, en enero de 1871 (o probablemente en diciembre de 1870) al parecer el virus arribó desde Corrientes, o más al Norte, con los soldados que llegaron de la Guerra de la Triple Alianza.

Buenos Aires había soportado otras epidemias, pero ésta, la fiebre, encontró en la pobreza y el hacinamiento el mejor y mayor caldo de cultivo para prosperar y aniquilar.

Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires (1871)
Un episodio de la fiebre amarilla en Buenos Aires (1871). Óleo sobre tela por Juan Manuel Blanes.

La Fiebre Amarilla en Buenos Aires

San Telmo fue el barrio más castigado. Las condiciones de higiene eran allí deplorables. La población se hacinaba en “conventillos”, nombre burlón derivado de “convento”, por ser especie de celdas pequeñas , sin ventilación, con un solo retrete para decenas de personas, sin recolección de basura, consumiendo agua contaminada por la ausencia de redes de agua potable. Se sumaba al desastre las curtiembres que tiraban los deshechos orgánicos al Riachuelo, la zona baja y húmeda y el calor.

Y dentro de las insalubres habitaciones también se daban las condiciones. Al no tener sanitarios, las bacinillas y las salivaderas permanecían ahí todo el día, con su contenido. Y pasado el verano, en abril de 1871, cuando ya tendría que haber cedido la peste (dado que el mosquito transmisor vive en lugares cálidos), esto no ocurrió. Es que se usaban braseros para templar las habitaciones y el ambiente tibio le fue propicio.

Un conventillo o casas de inquilinato y pulpería en el siglo XIX.
Un conventillo o casas de inquilinato y pulpería en el siglo XIX.

Y el desastre llegó. Los barrios bajos de San Telmo y Monserrat estaban poblados en su mayor parte por inmigrantes de Europa, pobres. Italianos, españoles, franceses y negros. En los meses de enero, febrero, marzo y abril de 1871, murieron casi 15.000 personas, la mitad niños, y la mitad sin asistencia medica.

En Marzo, con ausencia total de un accionar eficaz de parte del gobierno, el consejo que dio “La comisión del pueblo”, fue HUIR. El 10 de abril del fatídico 71, murieron 563 personas. En ese día solamente.

El llamado Cementerio del Sur había sido inaugurado en 1866, pero colapsó. Era pequeño, mal ubicado por lo céntrico y con los cadáveres mal enterrados, apenas cubiertos por tierra, casi a nivel del suelo. Cuatro días después del pico de mortandad, se abre otro cementerio, al Oeste, la Chacarita, originado en el nombre La Chacrita que había sido utilizada para recreación del Colegio nacional Bs As., y luego, al frente,en 1886 la Nueva Chacarita.

El traslado de las victimas también fue complejo y desbordaba las estructuras del momento. Sólo había cuatro coches fúnebres en la ciudad. La primera locomotora La Porteña ya andaba trotando por las vías desde 1857, pero se tuvo que agregar con urgencia un tramo de ferrocarril, el del Oeste, hasta Chacarita, para hacer dos viajes diarios con su macabra carga. Uno de los maquinistas, de apellido Alan, fallecio de la fiebre haciendo su trabajo.

El Paso de La Fiebre Amarilla

La ciudad de los Buenos Aires con sus Malos Aires, empuja al éxodo a la gente pudiente hacia el Norte, a zonas altas. Se construyen grandes casonas, se mudan al campo, se proveen de higiene y salubridad mientras las barriadas del bajo arrastran su pobreza y la indiferencia de las clases dirigentes. Y sus casas de san Telmo y Monserrat son subdivididas y arrendadas a la gente pobre que no podía pagar mas que mal techo y tristes condiciones de vida.

Se proyecta mucho, pero se cajonea mucho también. Y los planes de cloacas y agua potable recién llega a la mayoría de los barrios después de 1930. Desafortunadamente, y a pesar de las mejoras en el sistema de salud, no todos tienen hoy en día acceso a estos servicios.

Nota por Meri Trentini. Meri nació en Entre Ríos, estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires y colabora regularmente con Origenes.online escribiendo sobre costumbres, lenguaje, viajes e historias familiares.

Bajo Belgrano, Origen y Entrañas del Arrabal, el Tango y los Caballos

Los vendieron gato por liebre? Es posible que la memoria colectiva se haya quedado con lo romántico y nostálgico, en vez de reconocerle al barrio de Belgrano su origen arrabalero, hípico y tanguero?

El tango Bajo Belgrano, escrito en 1926 por Francisco García Jiménez, musicalizado por Anselmo Aieta e interpretado por Gardel y tantos otros, nos pinta una imagen que es difícil de adjudicar al hoy tan paqueto barrio River: el patio de los studs, el peoncito que le habla al pingo, los gritos de la venta de programas, y la cancha repleta de aficionados vitoreando a sus preferidos.

Hombres bailando tango en la orilla del río.

No hace falta más que escuchar un tango para imaginarnos al riachuelo, el sur, el humo, puchos, un whiskey, un desamor, los barcos de Quinquela Martín, y algún alma en pena. A llorar se va al sur. A jugar, arriba. Otras pasiones, otros vicios. Pero aunque le han dedicado varios tangos a la parte más deseada de Santa María de los Buenos Ayres, tanguero de pura cepa honra su norte: “Los domingos tenés reunidos, frente a la cancha gritando el nombre de tus cien pingos, los veinte barrios de la ciudad”.

Los aficionados que perdían todo, tenían sólo el pasaje de vuelta en el tranvía, que los dejaba en La Pampa y la vía, a la buena de Dios. He aquí el dicho popular.

La calle Blandengues donde se asoma la morochita linda de la canción, es la actual avenida del Libertador que va desde el túnel de Libertador hasta la General Paz. Estaba tan desolada y descampada aquella “Pampa de juventud”, que lo único que tenían los apostadores para llegar al Hipódromo era un tranvía que costaba 10 centavos ida y vuelta. Iba desde La Pampa y el ferrocarril (Barrancas), hasta la entrada del Hipódromo Nacional en Congreso y Libertador, y terminaba en Iberá y Blandengues (Libertador). Aquellos aficionados que perdían todo, tenían aunque sea el pasaje de regreso, he aquí el dicho “Pampa y la vía”.

En este paraíso de ludópatas, aficionados, ricos y pobres confluían, adictos a una pasión, guiados por el sudor de los equinos, el grito de los corredores de apuestas, la chicharra, el ruido del galope, la sangre caliente. Una vez pasada la pampa, volverían a separarse: ricos o pobres, sabios o ignorantes. Sólo los extremos de aquella misteriosa mujer los volverían a mezclar, en sus formas más carnales o viscerales. Tango de por medio.

En la Belgrano de los años previos a la gran crisis, era en las Barrancas donde empezaba la zona residencial, las enormes casonas de personajes ilustres, donde hacía no muchos años, se había instalado el gobierno federal, con sede en el actual Museo Sarmiento, y una vez federalizada la ciudad de Buenos Aires, gozó por poco tiempo del esplendor de ser capital de la misma.

Bajo de Belgrano, "Puente del Aburrido" sobre el arroyo Vega a la altura de la calle Artilleros y Blanco Encalada, año 1911.
Bajo de Belgrano, "Puente del Aburrido" sobre el arroyo Vega a la altura de la calle Artilleros y Blanco Encalada, año 1911.

La calle Victorino de la Plaza mantiene la forma ovalada lo que antes fue la cancha del Hipódromo Nacional.

Pero además de las putas en el sur, y los pingos en el norte, había algo más que movía a estos hombres: “Turban las violas en El Lucero, se hizo la fija del parejero, y están de asado, baile y cantor”, reza la maravillosa letra de aquella melodía. Y sigue: “Mientras pierde la vida un tango, que el ronco fueye rezonga, se alza la cifra de una milonga”.

Es acá cuando se unen los hombres de ayer y de hoy, con el asado, el baile y la música. Sin distinciones sociales. Sin importar de dónde vienen ni cómo se vuelven. Es el buen comer, la música y la buena compañía lo que nos calienta el corazón, nos hace olvidar las apuestas perdidas, los desamores, las penas. Es compartir, lo que “las ilusiones prendiendo va”.

Hoy, la cancha de River, ubicada en el lado sur del ex Hipódromo Nacional, cambió jockeys por la roja y blanca, los caballos por la pelota, los corredores de apuestas por la hinchada, pero lo que los une sigue siendo la misma pasión, no sólo por el deporte. Sino por la compañía. El ritual del asado previo o posterior al partido, los amigos, la alegría de estar juntos, de bancarnos en las buenas y en las malas. Y en éstas, bancarnos aún más. Pasan los años, y las orillas del mismo río han visto a este barrio cambiar mucho. Y no cambiar nada.

Carlos Gardel y su caballo “Lunático”, quien con la monta del legendario Irineo Leguisamo ganó carreras en Palermo y La Plata.
Carlos Gardel y su caballo “Lunático”, quien con la monta del legendario Irineo Leguisamo ganó carreras en Palermo y La Plata.

Aquella zona pantanosa de épocas atrás, al inundarse se llenaba de juncos que luego eran recogidos por los junqueros, éstos se los vendían a los quinteros para que aten sus verduras. Era apenas habitable. Hace poco más de media década que se pudo echar al río, que las casas de esta porción de Belgrano se sienten cada vez más parte. Pero todos estos años pagando el derecho de piso, hizo que cada vez sean menos los memoriosos de sienes plateadas que recuerdan aquel entrañable barrio al que le hace honor el tango.

Sin embargo, allí sigue inmutable la calle ovalada calle Victorino de la Plaza, negada a cambiar de forma, para que recordemos su pasado como cancha de turf.

Y es así como una infusión que era usada en el s.V a.c. por los pueblos originarios de América del Sur, es hoy venerada por culturas de lo más remotas, y lejos de caducar, sigue expandiéndose al latido de las migraciones. Podemos pensar que es su gusto el que lo hace único, o la forma en que se sirve, pero me inclino a creer que es la conexión y los recuerdos que se generan con el mate lo que hace que sea difícil de desprenderse y hoy en día, donde haya un argentino, un uruguayo, un sirio o un libanés, allí estará la pava caliente para reconfortar el cuerpo y el alma, estén en su pueblo natal o en algún lugar lejano y hostil.

Colaboración por María de la Paz Arias. Paz estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Di Tella y disfruta escribir sobre asuntos del Medio Oriente y Asia, y procesos judiciales en países desarrollados y en vías de desarrollo.

Levantando Vuelo: La Migracion de Aves y de Seres Humanos

Sabemos que migración es el traslado de personas o animales de un lugar a otro del mundo, estableciendo su residencia en forma temporal o permanente en su nuevo lugar de asentamiento – puede ser dentro de sus fronteras o fuera de ellas.

Los seres humanos que migran no sólo aportan sus capacidades laborales, sino también sus creencias, aspiraciones, esperanzas, etc. La causa común en las migraciones, la base fundamental e hilo conductor de estos desplazamientos y la de los animales -especialmente las aves- es la supervivencia, el mejoramiento del estándar de vida. En los seres humanos, mayores posibilidades económicas, alimentación, educación de los hijos, más confort, tibieza en el hogar, etc etc.

Millones de personas han hecho camino por el mundo buscando la mejoría en sus condiciones de vida. Los humanos se han desplazado, asentado y adaptado a distintos lugares del planeta, generalmente los mas hospitalarios, pero también a los mas adversos y desafiantes.

Y en nuestras aves, el mecanismo de impulso a levantar vuelo es, en cierto modo, similar; continuar de la mejor manera su ciclo vital, alimentarse, buscar lugares mas propicios para su hábitat, mas huevos, mejor clima, alimento para reproducirse y criar sus pichones y, si le ponemos un toque de humor, cambiar el plumaje como nosotros. Es de esa manera que pueden obtener mayor supervivencia de su especie.

Aves Migratorias - Personas Migratorias

En nuestra búsqueda humana de mejores condiciones, miramos un poco hacia nuestro pasado prehistórico y vemos que los primeros homínidos del Africa Sub-Sahariana se van trasladando a Oriente Medio, al Sudeste Asiático, posteriormente a Europa, que había estado mucho mas fría anteriormente, luego a lugares mas alejados como Australia y América, donde los primeros pobladores, de acuerdo a estudios genéticos, habrían llegado por el puente de Beringia, que unía Asia y Europa en esos remotos tiempos de hielos.

Se han encontrado antiguos restos en Kent, Devon (30.000 años) y Rumania (40.000 años), con muestras de arte antigua como flautas de hueso de ave y marfil de mamut, en el Sur de Alemania, y una antigüedad de aproximadamente 43.000 años. Esto se repite en Siberia, en el Lejano Oriente, en el Oeste de China, en Asia Central, etc. A lo largo de miles de años, buscando, caminando, descubriendo, poblando.

Y siguiendo el patrón de migraciones, con respecto a las aves, en paralelo a las personas, algunas van a lejanos lugares y regresan, otros se quedan y hacen su vida en el mismo sitio, durante generaciones. Las aves migran a veces unos cientos de metros, otras recorren el globo, van de norte a sur, de este a oeste, viajando de noche, otras de día, haciendo pocas paradas o volando sin cesar.

Las rutas de migración no son rectas, generalmente siguen una línea costera, atraviesan valles o vuelan sobre cordilleras. La respuesta viajera se da en tasas elevadas de aves, que son las se han adaptado mejor al vuelo.

Primeras Migraciones Humanas
Toros en la caverna de Lubang Jeriji Saléh en Indonesia (40.000 años)
Toros en la caverna de Lubang Jeriji Saléh en Indonesia (40.000 años)
Rinocerontes en la caverna de Chauvet (32.000 años)
Rinocerontes en la caverna de Chauvet (32.000 años)

En Europa, por ejemplo, el 84 % de las aves migran. Aves como el Ansar Indio, migra pasando sobre el Himalaya , con poco oxigeno, a 8000 metros de altitud , recorriendo miles de kilómetros. El Charran ártico hace un circuito polar de 70.000 kilómetros. Migran las grullas, las palomas torcaces, los vencejos, los buitres, las pequeñas golondrinas y una lista muy extensa de acuerdo al territorio que habitan.

Y en este caso somos nosotros, los humanos, con el cambio climático que provocamos, con las acciones que hicieran que ellas pierdan sus hábitats, con la caza descontrolada, estamos haciendo que en las ultimas décadas las cifras de aves disminuyeran en tal medida.

Desde tiempos inmemoriales el paso de grandes bandadas de aves tenia un significado, de acuerdo a su mitología, sus creencias, sus rutinas, su trabajo. En España, hay varios refranes hermosos, pero este es encantador:

“Grullas en el cielo, carbón en el brasero”.

Y así como tenemos en común la migración, aves y humanos, también tenemos peligros y limitaciones actuales, muy de esta, nuestra época. A los motivos económicos que primaron hasta la segunda mitad del siglo XX, hoy, el hambre, la violencia, las guerras y los desastres naturales hacen desplazar obligadamente a grandes grupos humanos de los países pobres a los ricos. Y los estados receptores crean marcos legislativos más restrictivos para proteger su seguridad social, política y económica.

Un futuro humanitario y solidario tendría que basarse en los derechos humanos de los que migran se hace cada vez mas complejo, para los que ya están y para los que van llegando. Nos gusta pensar un futuro mejor, como imaginaron todos nuestros ancestros para la raza humana y la vida silvestre.

Nota por Meri Trentini. Meri nació en Entre Ríos, estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires y colabora regularmente con Origenes.online escribiendo sobre costumbres, lenguaje, viajes e historias familiares. 

La Inmigración Sirio-Libanesa en la Argentina y su Fanatismo por el Mate

Entre los siglos XIX y XXI, la inmigración siria en Argentina ha sido muy importante, siendo hoy en día el segundo país con mayor número de sirios en Latinoamérica, luego de Brasil. El punto máximo del flujo de sirios al país se dio durante el sigo XX, y debido a varias similitudes entre ambas culturas, se han arraigado varias costumbres en ambas comunidades, propias de la asimilación
cultural que genera la inmigración.

Los primeros migrantes sirios llegaron al país en la década de 1860, provenientes del puerto de Beirut. Estos huían de la segregación religiosa impuesta por la Sublime Puerta, que con el resurgimiento del nacionalismo árabe, excluía y atormentaba a los cristianos de Aleppo.

El mate se toma en América desde la época precolombina, por etnias tupí-guaraníes, qom, querandíes y ñandevá. Fue rápidamente adoptado por los colonizadores españoles y quedó como ícono cultural en Paraguay, Argentina, Uruguay, sur de Brasil y de Chile y al este de Bolivia.

Argentina. Estancieros irlandeses tomando mate. Daguerrotipo, c.1860.
Argentina. Estancieros irlandeses tomando mate. Daguerrotipo, c.1860.

La expresión mate proviene del vocablo quechua matí, que significa calabaza, y se tomaba con una cañita denominada tacuapí, en cuyo extremo se colocaba una semilla ahuecada que hacía de filtro. En la época colonial se le llegó a decir oro verde, por el alto valor que tenía entre los habitantes, y desde entonces su consumo se ha expandido, llegando a formar parte de la vida de todos los inmigrantes europeos que llegaron al país desde la colonización, pasando por las grandes oleadas migratorias del s.XIX y XX, y actualmente se encuentra en cada hogar a lo largo y ancho del país.

Los principales asentamientos de sirios en el país se encuentran en las provincias de Salta, Jujuy, Córdoba y Santa Fe, y se estima que 3.500.000 argentinos cuentan por lo menos con un antepasado de origen sirio-libanés, convirtiéndose en la mayor comunidad no americana o europea del país.

Es en estas regiones, que el mate se introduce en la cultura siria, llevándose este hábito consigo quienes regresaban a su tierra natal, y sólo recientemente se expandió a otras regiones árabes, debido a la inmigración forzada causada por la guerra civil en Siria. De hecho en 2018, al terminar la misma, aumentaron casi el doble las exportaciones a Siria, luego de que regresen al país varios refugiados que se encontraban en países cercanos.

Bombilla Argentina de plata, Siglo XIX. Fotografia por Luis García.
Bombilla Argentina de plata, Siglo XIX. Fotografia por Luis García.
Mapuches tomando mate en la pampa mientras se asa la carne, c.1880.
Mapuches tomando mate en la pampa mientras se asa la carne, c.1880. Fuente: Wikipedia

Pero el mate también es ampliamente disfrutado en el Líbano, de hecho, el 85% del total de la exportación de yerba argentina tiene como destino a Siria y el líbano. El mate está hoy en día tan arraigado en su cultura, que muchos piensan que es una costumbre propia de Medio Oriente, pero a diferencia de los argentinos, los sirios comparten la pava con agua, pero no el mate. Su mate es más pequeño, una pequeña taza de vidrio que usan para tomar el té y es de uso individual, y le prestan mucha atención a la calidad y presentación de la yerba, compran la misma en paquetitos de 1/4 kg y no se apegan a una marca específica.

Tanto es el amor que tienen en el país árabe por esa infusión que más del 75% de la población lo consume, y en la ciudad siria de Yabrud, a unos 80km de la capital, Damasco, se encuentra un gran monumento al mate, representado por una mano que ceba un mate con una pava, (en Siria usan la pava, en lugar del termo argentino). Por otro lado, en el Líbano, cerca de Beirut, hay un café bar dedicado al mate, llamado The Mate Factory cuya oferta de infusiones de mate es amplísima, incluso para Argentina.

Las yerbateras Kabour, Taragüí, Piporé y Amanda, protagonistas en la feria más importante de Siria.
Las yerbateras Kabour, Taragüí, Piporé y Amanda, protagonistas en la feria más importante de Siria.

No es sorpresa que una costumbre como el ritual del mate haya tenido gran impacto en el mundo árabe, y es que tanto los países árabes como los sudamericanos comparten una cultura colectivista, es decir, que el centro de la vida social de ambas comunidades pasa por reunirse con sus amigos y familia y pasar largos ratos compartiendo anécdotas e historias, hablando y discutiendo sobre todos los temas posibles.

Al llegar al país, los árabes tomaban muy pronto un aire criollo, al identificarse con el gaucho, cuyo estilo de vida era muy parecido al de los beduinos, y cuyos paisajes áridos como la inmensidad y la soledad de la pampa y del desierto, hacían propicia una vida sacrificada, y no tardaban en sentirse como en casa.

Todo esto hizo que los primeros sirios y libaneses que llegaron a Argentina quedaran fascinados con esta forma de conexión e intimidad que generaba el ritual del mate, y que deja abierta la puerta para que sea aceptado en otros países de Medio Oriente y el Magreb, como Emiratos Árabes, Libia y Egipto, algo que están tratando de generar las compañías de yerba mate de capitales sirios y argentinos.

Inmigrantes arabes en Latinamerica.
Inmigrantes arabes en Latinamerica.

El gaucho también incorpora elementos árabes, como las alpargatas (de nombre árabe) que, al día de hoy, son consideradas íconos de la cultura criolla. También ifluyeron en nuestras costumbres alimenticias, dado que en el interior del país se consigue en casi todas las casas de comida regionales, la empanada árabe o Sfijah, y también arraigaron el alfajor, cuyo origen y nombre es árabe, y llega a la cultura ibérica durante los ocho siglos de permanencia árabe en el sur de España (Al Ándaluz).

Actualmente, los productores y molineros de Yerba Mate Argentina buscan expander el mercado en Siria, líbano, y otros países árabes desarrollando variantes como el mate cocido con agregados de canela, menta y otras hierbas, teniendo en cuenta que allí son más proclives a sabores más suaves.

Y es así como una infusión que era usada en el s.V a.c. por los pueblos originarios de América del Sur, es hoy venerada por culturas de lo más remotas, y lejos de caducar, sigue expandiéndose al latido de las migraciones. Podemos pensar que es su gusto el que lo hace único, o la forma en que se sirve, pero me inclino a creer que es la conexión y los recuerdos que se generan con el mate lo que hace que sea difícil de desprenderse y hoy en día, donde haya un argentino, un uruguayo, un sirio o un libanés, allí estará la pava caliente para reconfortar el cuerpo y el alma, estén en su pueblo natal o en algún lugar lejano y hostil.

Colaboración por María de la Paz Arias. Paz estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Di Tella y disfruta escribir sobre asuntos del Medio Oriente y Asia, y procesos judiciales en países desarrollados y en vías de desarrollo.