Durante los siglos XVI y XVII (el período que va de 1516 a 1700, también conocido como “la Era de la Expansión“), España estuvo gobernada por los reyes de la Casa de Habsburgo, influyente y poderosa al punto de dominar política y militarmente Europa.
Los Habsburgo ocuparían el trono del Sacro Imperio Romano Germánico de forma continuada entre 1438 y 1740. En España, dicha casa alcanza el apogeo de lo que se denominaba el Imperio Español durante los reinados de Carlos I y Felipe II, en particular con la anexión de América, los países bajos, Borgoña, territorios en Francia y Alemania, y Ceuta y Orán en Africa, entre otros.
Mucho se ha especulado en la literatura histórica que la preferencia de los matrimonios consanguíneos en la línea de los Habsburgo de España contribuyó con su extinción. Veamos hasta qué punto es verdad!
El Arbol Familiar de los Habsburgo
La mayoría de los matrimonios Habsburgo reales eran entre tío y sobrina (como Felipe II con su sobrina Anna de Austria), entre primos primeros (como Carlos I e Isabela de Portugal), o entre primos segundos o terceros. De los 11 matrimonios en el gráfico, 9 fueron entre parientes consanguíneos.
Los Inicios de la Dinastía Habsburgo
La historia comienza con la unión de los herederos de Castilla y Aragón. Isabel I de Castilla y su esposo Fernando II de Aragón contrajeron matrimonio en 1469, y gracias en parte a la exitosa campaña contra los moros y la conquista de Granada en 1496, recibieron por parte del papa Alejandro VI el título de Monarcas Católicos.
Cuando Isabela murió en 1504, su hija Juana fue coronada reina. Su esposo Felipe I de Habsburgo (o “Felipe el Justo“), hijo del Emperador del Sacro Imperio Romano Maximiliano I y María de Borgoña, se convirtió en el rey-consorte Felipe I de Castilla. Juana, se dice, cayó en la locura y Felipe murió poco después, en 1506 y bajo sospechosas (y venenosas) circunstancias. Le sucedería su hijo Fernando II de Aragón, y una larga lista de 11 reyes Habsburgo que desembocará en la trágica historia de Carlos II.
Los Primeros Problemas de Salud
Carlos II había sufrido de numerosos desordenes durante su vida, producto probablemente de su aumentada heterocigosidad: La posesión de 2 alelos idénticos en una posición determinada del genoma. La progenie de dos personas con lazos consanguíneos cercanos suele acarrear aumentos en la cantidad de desordenes de salud. Sabemos que la mortalidad de los infantes y niños Habsburgo era muy alta: De 34 chicos, 10 habían muerto antes del primer año de vida, y 17 antes de cumplir los 10. Estas figuran son mayores a las que podemos encontrar en aldeas españolas contemporáneas.
Aunque no puede confirmarse que todos estos problemas de salud hayan provenido definitivamente de los matrimonios consanguíneos (existían sin duda factores ambientales u otros problemas genéticos), se trata de una fuerte hipótesis respaldada por lo que sabemos hoy día de genética. Los matrimonios consanguíneos no eran extraños en la época, pero pocas familias han llevado la endogamia al extremo de los Habsburgo.
El Principio del Fin de los Habsburgo
Carlos II, también conocido como “El Hechizado” (nombre surgido de su aparentemente lamentable estado físico debido a brujería e influencias diabólicas), fue proclamado rey en 1665, a los tres años. A pesar de haber sido educado por teólogos, su mala salud hacía sospechar que moriría joven y, plenamente consciente de su incapacidad para asumir las funciones de gobierno, Carlos II tuvo el buen criterio de poner al frente de los cargos más importantes a personas bien preparadas. En consecuencia, el imperio se mantuvo intacto frente al poderío francés de Luis XIV, aumentó del poder adquisitivo en sus reinos y vio el fin del hambre y el arribo de la paz.
Desafortunadamente, la musculatura débil de Carlos II también acarreaba infertilidad. Su primera esposa, María Luisa de Orleans (sobrina de Luis XIV de Francia) realizó peregrinaciones y veneró reliquias sagradas, pero no pudo concebir antes de su muerte en 1689. Tampoco lo hizo su segunda esposa, la reina Mariana de Neoburgo.
«Su mal, más que una enfermedad concreta, es un agotamiento general», dijo un embajador francés durante los últimos años el rey.
Una compleja red de intrigas palaciegas se formó en torno a la sucesión de Carlos II. El último de los Habsburgo españoles falleció el 1 de noviembre de 1700, a los 38 años. Le sucedió Felipe V de España, quien gobernó 45 años como el primer rey de la Casa de Borbón.