Comenzar una investigación genealógica (o mejorar una) no es tarea sencilla, pero existe una cantidad enorme de recursos de acceso gratuito que pueden consultarse, la mayoría de ellos inluso online.
Registros parroquiales, partidas de nacimiento, matrimonio y defunción son solo algunos de estos valiosos datos, pero se puede ir mucho más allá. Registros de pasajeros de barcos (Brasil y Argentina se destacan por ofrecer este tipo de información de manera gratuita), libros de direcciones, guías telefónicas y hasta scans de diarios ofrecen oportunidades únicas de rastrear esos parientes esquivos.
Aunque muchos de estos recursos están disponibles en español, los directorios que los agrupan no suelen actualizarse periódicamente, por lo que las listas pasan pronto a ser meros conjuntos de links muertos. Nuestra intención es mantener una colección de recursos que se mantenga constantemente actualizada.
Somos una especie en viaje No tenemos pertenencias sino equipaje Vamos con el polen en el viento Estamos vivos porque estamos en movimiento Nunca estamos quietos, somos trashumantes Somos padres, hijos, nietos y bisnietos de inmigrantes Es más mío le que sueño que lo que toco
Jorge Drexler – Movimiento
Buscar los orígenes de los grupos que nos permitieron existir es uno de los hobbies más fascinantes que pueden elegirse, un trabajo detectivesco enfocado al pasado y basado en el presente, en uno, en las personas que nos rodean y en los que ya no están. Esperamos que estos recursos os ayuden a convertir un par de memorias borrosas en una crónica de cómo llegamos a ser quienes somos.
Genealogía Básica.
Saber por dónde empezar puede ser a menudo confuso: Hay tantos documentos que pueden utilizarse, tantas bases de datos donde buscar y tantos ancestros que rastrear!
Lo primero que recomendamos hacer al comenzar una búsqueda familiar es elegir una rama familiar y anotar toda la información que se tenga sobre las personas y los grupos en ella. Primero, anotaremos información que hayamos oído o comprobado personalmente:
- Nombres
- Fechas de nacimiento, matrimonio y muerte
- Lugares de residencia
- Historias de emigración y viajes
- Ocupaciones
- Mitos y misterios familiares (mis preferidos!)
- Cualquier otra cosa que se te ocurra.
Aunque sólo comencemos con algunos nombres de pila y fechas aproximadas y tengamos más preguntas que respuestas, ya hemos dado el primer paso. A esta altura recomendamos tomar un lápiz y comenzar a trazar los primeros árboles y redes en papel. Este ejercicio es (además de útil por sí mismo) una excelente herramienta para familiarizarnos con nuestra investigación, y un recurso muy útil para dialogar con otras personas que puedan brindarnos más información.
Si tienes acceso a datos más precisos, intenta definir con más precisión:
- Fecha y lugar de nacimiento
- Nombres de los padres
- Fecha y lugar de matrimonio
- Fecha y lugar de defunción
- Nombres y fechas de nacimiento de hijos
Hay datos que parecieran sonar en principio insignificantes, pero llegado el momento correcto seguramente descubriremos que ninguno de ellos lo es. Por ejemplo, alguien apodado “El Milanés” probablemente provenía de la ciudad de Milano, y alguien llamado Antonio Segundo tenía un padre del mismo nombre (o un hermano, si el primero por ejemplo falleció de joven).
A pesar de los avances en tecnología y genética, nada se compara aún con contar con información de primera mano, sobre todo cuando estamos recién comenzando una búsqueda. Aunque encontrarás en tu camino personas a quienes no les interese revolcar el pasado, muchos estarán más que contentos de compartir sus historias, recuerdos y anécdotas. Son éstas las piezas del rompecabezas que en general nos dan una idea de quiénes eran realmente nuestros abuelos, bisabuelos, sus amigos y vecinos.
Con nuestras notas en mano, estamos listos para dar el segundo paso: Entrevistas. Algunas cosas a tener en cuenta a la hora de invitar familiares y amigos a un té, café o mate:
- Habla con tus parientes mientras haya tiempo. Desafortundamente, nadie vive para siempre. Si ya no viven personas de la generación que buscas, intenta con la siguiente: tíos, hermanos, primos, etc.
- Utiliza fotos, arboles y notas para abrir y mantener una conversación.
- Lleva algunas preguntas contigo, pero nunca rechaces la posibilidad de una charla fluída y libre.
- Has preguntas abiertas, como “Qué recuerdas de tu abuelo?“
- Toma notas o, mejor aún, graba las conversaciones para poder volver a ellas más tarde.
- Regresa! A menudo una persona recuerda cosas luego que la visita se termina. Haz de la investigación un proceso compartido.
En los años que llevo explorando mi parentesco, no hubo un sólo dato que no me ofreciese valiosa información que de otra forma se hubiese perdido en el tiempo. Cuando alguien me dijo que un tío-abuelo murió a los 90 porque había tomado agua de un charco mientras pescaba, José dejó de ser un nombre con una fecha adjunta y se convirtió en un hombre que disfrutaba pasar los fines de semana con sus amigos, yendo al río, haciendo chistes, comiendo trucha asada como seguramente lo había hecho toda su vida.
Este es el tipo de recuerdos que personalmente quiero para mi árbol: Las personas, no las fechas. Las vidas, no los eventos.
El Arbol Genealógico.
Una vez que obtengamos suficiente información sobre nuestros parientes más cercanos, una excelente manera de avanzar nuestra investigación es creando un arbol genealógico.
Existen numerosos sitios online donde se pueden crear arboles gratuitos online. Las ventajas sobre el hacer un arbol en papel es que en general permiten conectar con otros usuarios, familias y con bases de datos, además de facilitar la actualización de datos. Muchos permiten también subir fotos y tienen conexión con GEDCOM (el formato estándard para guardar información genealógica).
Yo, personalmente, prefiero dos métodos: Por un lado, un gran árbol online (el mío vive en MyHeritage). Por el otro, muchos (muchísimos!) árboles en papel donde ubico a parientes no comprobados o más lejanos.
Para comparar diferentes servicios que ofrecen árboles genealógicos puedes ver nuestra guía: Comparación de Sitios para Armar Arboles Genealógicos (en construcción).
Tips para comenzar el árbol:
- Agrega las personas una por una, comenzando por tí. Escribe tu nombre completo (en general se recomienda utilizar el nombre como figura en las partidas de nacimiento, bautismo o casamiento, y como se escribe en el país de residencia) y luego agrega a tus padres, abuelos, etc. Para no perder el hilo, agrega por generación (todos los padres y tíos por ejemplo) o por rama (todos los miembros de un apellido). Comenzar por uno ayuda a verificar más facilmente los datos de nuestros parientes más cercanos, pueso que muchas veces podemos preguntar cara a cara si estamos en el camino correcto.
- Si sabes las fechas exactas (día, mes, año), escríbelas. Omisiones al comenzar el árbol pueden pasar desapercibidas por largo tiempo – es mejor ser detallista desde el vamos. Una fecha puede decirnos mucho más que su número: Es una estación del año con una cierta temperatura, es un día patrio o una vacación, una serie de eventos naturales, etc.
- No olvides agregar las fuentes, el lugar de donde la información provee. Cuando se está armando un gran árbol (el mío tiene unas 800 personas!), es esencial contar con algún tipo de registro al cual volver cuando se tienen dudas sobre alguna fecha o pieza de información. De ser posible, recomendamos cargar imagenes que puedan consultarse facilmente más tarde.
Cómo Extraer Más Información de Documentos
Cada partida a la que logramos acceso, cada registro de barco, censo o artículo de diario puede ofrecer una cantidad de información que vale la pena guardar en nuestro arbol, aunque su utilidad aún no esté definida del todo.
Los documentos que obtengamos nos servirán para comprobar las historias que hayamos oído y sumar nuevos datos específicos (y por supuesto para apoyar trámites de ciudadanía).
Estos son los datos principales en los que nos concentraremos:
- Bautismos y Matrimonios: Las partidas de bautismo ofrecen dos fechas: la del nacimiento del bebé, y la de la ceremonia religiosa. Conviene anotar ambas, porque de necesitarse la partida original, ésta estará registrada bajo el número de la segunda. Por supuesto los nombres de los padres, sus edades y lugares de orígen o residencia, y el nombre de la iglesia o capilla donde se realizó el evento. Ciertas partidas de matrimonio especifican los abuelos de los contrayentes – estas son un tesoro! Y finalmente, los padrinos. Sean vecinos o parientes, los padrinos pueden decirnos qué otros grupos familiares vivían en el area en el mismo período de tiempo – y muchas veces pueden darnos pistas de quién estaba casado con quién.
- Registros de pasajeros de barcos: Los registros de pasajeros de Sudamerica no se destacan por la cantidad de datos que proveen (al menos comparados con los de puertos como Nueva York), pero siempre hay pistas que nos pueden ser útiles. Normalmente podemos acceder a: Nombre, sexo, fecha de arribo, puerto de salida y nombre del barco. A veces figura también el estado civil de la persona, si viaja acompañado, si es jefe de familia, si tiene trabajo (y cuál) y si sabe leer. Como muchos de estos registros se pueden descargar en formatos como Excel, un truco muy eficiente es reducir las celdas a aquellas del mismo barco en que viajó la persona que logramos localizar. Allí podremos ver qué otras personas iban a bordo, y encontrar gente que quizás fue registrada o transcripta con otro apellido.
- Censos: Los censos son un tesoro incalculable. No sólo proveen nombres, año de nacimiento, localización y otros datos personales, sino que además suelen decirnos: Quién vivía con quién, y dónde. Quiénes eran vecinos. Cuántos años de casados lleva una pareja (una mujer, en realidad, porque esta información se registraba al lado de su nombre) y cuántos hijos han tenido. Y mucho más. El Censo Argentino de 1895 es una de las fuentes que más he consultado, y a la que vuelvo una y otra vez. Desafortunadamente, sólo dos censos nacionales se conservan.
- Artículos, guías telefónicas o de direcciones, registros de cementerios: Existen una cantidad de fuentes secundarias que también pueden ayudarnos en nuestra búsqueda genealógica. Qué se puede obtener en cada una dependerá del tipo de documento que obtengamos, pero es importante prestar atención a: Fechas (de publicación y mencionadas), otros nombres, el contexto histórico (qué otras cosas figuran en la página, en la publicación), areas geográficas, etc. Son de especial interés las guías de direcciones que existen en países como Alemania o Italia. En ellas se pueden encontrar nombres completos, profesiones y direcciones.
Detectives Para Toda la Vida.
Una investigación genealógica puede prolongarse tanto como uno lo desee. El último paso que mencionaremos es, simplemente, profundizar la búsqueda para rescatar toda la información disponible – y documentarla de manera que cualquiera pueda, en el futuro, hacer lo mismo.
A menudo esta paso se materializa en revisar bases de datos buscado fechas más precisas, familiares mós lejanos y nimiedades que conviertan esos misteriosos nombres en personas que vivieron y sintieron. Si nos animamos a contactar iglesias y capillas y a visitar registros civiles, podemos obtener copias con las firmas de puño y letra de nuestros queridos parientes. Podemos comenzar conversaciones con primos perdidos, tías lejanas o personas desconocidas pero memoriosas que nos cuenten anécdotas que de otra forma se eprderían. Y la tarea más exquicita y escurridiza: Conseguir fotos!
Dependiendo de las ambiciones del investigador, un árbol genealógico puede permanecer en continuo desarrollo. El mío lo está, a pesar que han pasado años desde que agregué la primera persona. Cada vez que algún sitio sube nuevas partidas a internet, ramas lejanas se abren hacia los lados mostrándome hermanos, primos, padrinos, vecinos y capellanes.
La cantidad y calidad de la información disponible sólo puede mejorar en conjunto con la tecnología y los grupos de genealogía amateur y profesional que aman este fascinante hobbie.
Esperamos que esta pequeña guía introductoria de genealogía pueda ayudarte a comenzar la aventura de buscar tus raíces!