El Palacio Sans Souci es un testimonio del poderío económico y cultural de Argentina en la época dorada del país. La belleza arquitectónica, la riqueza cultural y el valor histórico de este palacio lo convierten en un lugar único e imprescindible para visitar.
La Historia del Palacio Sans Souci
El Palacio Sans Souci es uno de los palacios más hermosos y emblemáticos de Argentina, ubicado en el partido de San Isidro en la Provincia de Buenos Aires. Esta impresionante mansión fue construida en 1912 por el arquitecto francés René Sergent para el matrimonio de Ernesto Tornquist y su esposa Josefina Anchorena, una de las familias más ricas y poderosas de la época. La construcción del palacio tardó seis años y se llevó a cabo con la ayuda de cientos de trabajadores argentinos y europeos.
El Palacio Sans Souci tiene una superficie de 13.000 metros cuadrados y está rodeado de hermosos jardines que fueron diseñados por el paisajista francés Carlos Thays. El interior del palacio cuenta con lujosas habitaciones decoradas con muebles de estilo francés y tapices de la Real Fábrica de Tapices de Madrid.
Entre los elementos destacados del Palacio Sans Souci se encuentran el impresionante salón de baile, la sala de música, la biblioteca, la sala de juegos y la capilla privada. También hay una piscina cubierta, una cancha de tenis y un cine privado.
En 1948, la familia Tornquist vendió el Palacio Sans Souci al Estado argentino, que lo convirtió en la residencia oficial de los presidentes de la Nación.
Vale la Pena Visitar el Palacio Sans Souci?
El palacio fue utilizado como residencia presidencial hasta 1996, cuando fue convertido en un museo y centro cultural. Actualmente, el Palacio Sans Souci se puede visitar y es una de las atracciones turísticas más populares de San Isidro.
Como Visitar el Palacio Sans Souci
Si deseas visitar el Palacio Sans Souci, puedes llegar en auto o en transporte público. Desde Buenos Aires, se puede tomar la línea de tren Mitre hasta la estación San Isidro, desde donde se puede caminar unos 10 minutos hasta el palacio. También hay varias líneas de colectivos que llegan a San Isidro.